Al terminar su jornada laboral, en una empresa de Playas, Christian se movilizó con un colega en moto para retornar a Guayaquil. Ya había oscurecido y avanzaban por la vía, con escasa iluminación, cuando su compañero no se percató de que a pocos metros había un tráiler estacionado con las luces apagadas. No alcanzó a maniobrar y se impactó contra el vehículo. Su amigo murió y él quedó en estado crítico, aquella noche del 25 de marzo.