Andrés Calero y su familia decidieron adelantar el feriado de carnaval una semana para evitar encontrarse con las aglomeraciones propias de la fecha. Aunque disfrutaron de las playas, Andrés asegura no haber dejado de sentir preocupación por el posible contagio. “En los restaurantes no estuvimos hacinados, pero tampoco había distanciamiento social”, comenta.