Ibarra
El dolor, llanto e incertidumbre embarga a tres familias de Imbabura. Están desesperadas por saber más sobre sus familiares, que el pasado 7 de febrero partieron ilusionados para intentar hacer realidad el denominado sueño americano.
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Los tres connacionales ante la difícil situación económica y la falta de oportunidades se vieron forzados a abandonar el país y salieron en busca de mejores posibilidades de vida en los Estados Unidos, dispuestos a sortear cualquier riesgo y peligro, especialmente en el complejo Tapón del Darién.
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Desde esa parte de la selva, en la frontera colombo-panameña, varios migrantes no han logrado salir, perdiendo la vida por cansancio, accidentes, deshidratación, ataque de animales.
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Los tres imbabureños forman parte de la lista de fallecidos, desparecidos y heridos en el accidente de un bus, que cayó en un precipicio en la provincia de Chiriquí, en la frontera entre Panamá y Costa Rica, registrado el último miércoles 15 de febrero.
Según el canciller Juan Carlos Holguín, en la unidad siniestrada viajaban 22 ecuatorianos, de los cuales 11 continúan desaparecidos.
Wilmer Pantoja (27 años), quien era parte del grupo, es una de las personas que no aparecen. Su cónyuge, María Andrango, está destrozada y demanda mayor información de las autoridades.
Él, junto a dos amigos, decidieron emprender el viaje, ilusionados, desconociendo que esta correría iba a dejar tragedia y dolor en sus hogares.
Tras sortear la selva del Darién, estuvieron hospedados en un albergue, desde donde salieron para abordar un primer bus, desistiendo de continuar debido a que durante un operativo de control policial solicitaron a Wilmer el documento de antecedentes judiciales, que no portaba en ese momento, siendo obligados a descender del vehículo.
Una vez superado el inconveniente abordaron al otro día un autobús que finalmente resultó siniestrado con un resultado fatal y trágico.
Los compañeros de viaje habrían fallecido. Se trata de Fernando Urresta y Alexander Figueroa, ambos de Imbabura, información que oficialmente no ha sido confirmada.
Los familiares señalan que las autoridades ecuatorianas no les han brindado ningún tipo de información.
El viernes 17 de febrero esperaban reunirse con el gobernador de Imbabura, Fernando Chalanpuente, para conocer oficialmente qué mismo sucedió y coordinar con la Cancillería la repatriación de los cadáveres, en caso de confirmarse el deceso.
María Andrango indicó que su cónyuge, Wilmer Pantoja, ha sido reportado como desaparecido. El dolor y la ansiedad la afligen, ya que insiste que no sabe oficialmente nada de él, ni de sus amigos.
Recordó que habló con Wilmer el 14 de febrero, un día antes, cuando se embarcaba en el segundo bus.
“Ellos decidieron partir a cumplir con este riesgoso y peligroso periplo el pasado martes 7 de febrero”, comentó Andrango, quien afirmó que partieron ilusionados en busca de cumplir el sueño americano, pensando todos que iban a cambiar sus vidas.
“Tenemos dos hijos que preguntan por él, necesitamos saber qué pasa o que pasó con Wilmer”, agregó la desconsolada mujer, en el interior de un humilde hogar, ubicado en el barrio San Luis, en Andrade Marín, en Atuntaqui.
Comentó que la incertidumbre está acabando con su familia y cuenta que Wilmer partió motivado por unos amigos que lograron coronar o llegar irregularmente a territorio americano, quienes le animaron a apostarle a este riesgoso viaje.
Durante la travesía que duró doce días, siempre llamaba a su esposa para contarle cómo le iba, incluso cuando salió del desierto del Darién, que es el trecho más duro, donde decenas de migrantes han muerto, le llamó para decirle que esté tranquila: “Mija, ya pasó todo el peligro”, le habría mencionado.
Sin embargo, cuando Pantoja abordó el segundo autobús, en Chiriquí, para continuar el periplo terminó la ilusión y comenzó el desasosiego, ya que le habría manifestado a María, cuando subía al vehículo que, entre las dos y tres del miércoles la llamaría, pero eso no sucedió.
Pantoja y su esposa se dedicaban a la panadería en Atuntaqui, las pérdidas que venían soportando en el negocio forzaron a Wilmer a tomar la determinación de abandonar el país.
Él es colombiano, pero tiene la nacionalidad ecuatoriana, sus hijos y esposa son nacidos en Ecuador.
Se fue motivado por un amigo que vive en EE. UU. Su hermana Mayeli Pantoja señaló que a través de un audio enviado por un primo logró enterarse, pero hay muchos cabos sueltos, dijo, porque que no hay información cierta y clara, porque además en la lista de los fallecidos no consta.
En el autobús viajaban quince ciudadanos de Pichincha, tres de Imbabura, uno de Loja, uno de El Oro y dos de Tungurahua, confirmó el canciller Holguín, quien anunció en las ultimas horas que brindarán todas las facilidades para repatriar los cuerpos de los compatriotas. (I)