Habitantes de Ballenita, en Santa Elena, se volcaron hoy al malecón escénico para presenciar la ola del tsunami que fue prevista por las autoridades.
Uno de ellos fue Franklin Villón, quien llegó alentado debido a que tenía curiosidad de si ocurriría o no algún cambio en el mar.
Personal policial les pidió que se retiraran, pero la mayoría hizo caso omiso.
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El mar se mostró tranquilo y no hubo mayores novedades.
En otras zonas de la franja costera, personal militar y la Armada trataban de que la gente de mantuviera alejada.
En Esmeraldas y Manabí, las actividades pesqueras fueron suspendidas debido a la alerta de tsunami. (I)
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