La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), a través de un comunicado, ha condenado enérgicamente una presunta represión ejercida por el gobierno panameño, liderado por el presidente José Raúl Mulino, contra comunidades indígenas que se han movilizado en rechazo a diversas políticas gubernamentales.
En su pronunciamiento, la CONAIE manifestó su respaldo y solidaridad con los pueblos originarios de Panamá, especialmente con los Ngäbe-Buglé, Emberá-Wounaan y Guna.
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De acuerdo con la organización ecuatoriana, la represión ha escalado en las últimas semanas, con operativos policiales y militares que han sitiado territorios ancestrales y criminalizado a líderes comunitarios.
“Comunidades indígenas han sido asediadas y sitiadas por fuerzas policiales y militares; autoridades y dirigentes han sido criminalizados y judicializados por ejercer su legítimo derecho a la protesta; y se ha militarizado el territorio ancestral, reprimiendo a quienes defienden la vida, la educación, el territorio y la dignidad de sus pueblos”, detalla el comunicado.
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Durante los disturbios, se reportó el uso de gases lacrimógenos y perdigones por parte de los agentes, mientras que los manifestantes se defendieron con piedras, artefactos caseros y escudos improvisados.
Entre los lesionados hay civiles y miembros del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), incluidos oficiales que fueron trasladados a centros médicos.
Ante esta situación, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, suspendió el pasado viernes 20 de junio, las libertades de reunión y movimiento en la provincia caribeña de Bocas del Toro.
La norma también dejó temporalmente sin efecto las garantías constitucionales que impiden la violación del domicilio y el registro de comunicaciones personales, entre otras.
Las protestas contra el gobierno, iniciadas hace casi dos meses y que recrudecieron el jueves 19 de junio, han dejado un muerto, más de 50 detenidos y decenas de heridos, entre ellos policías, según las autoridades.
La CONAIE también destacó la firme postura del Congreso General Guna, que expulsó a representantes del gobierno panameño de su territorio como acto de resistencia frente a la intervención estatal.
La organización indígena ecuatoriana valoró este gesto como un ejemplo de dignidad frente a políticas que, según sostienen, buscan imponer reformas sin consulta previa a los pueblos originarios.
“El valeroso Congreso General Guna respondió expulsando a las autoridades del gobierno represor de su territorio”, agregó en su comunicado.
Las protestas en Panamá surgieron como respuesta a la entrada en vigor de una reforma al sistema de seguridad social, contenida en la controvertida Ley 462.
Aunque el gobierno asegura que la medida es indispensable para evitar el colapso financiero del sistema de pensiones, diversos sectores, incluidos los pueblos indígenas, consideran que afecta derechos laborales y compromete el bienestar de las generaciones futuras.
Además, existe rechazo a la reactivación de actividades mineras y a recientes acuerdos en materia de seguridad con Estados Unidos, que han sido percibidos como una amenaza a la soberanía nacional.
La CONAIE reafirmó que la defensa del territorio, del agua, de la vida y de los derechos colectivos no debe ser motivo de criminalización. En ese sentido, hizo un llamado a la comunidad internacional para que observe la situación en Panamá y exija el respeto a los derechos humanos de los pueblos indígenas. (I)