De niño viví muchos años entre las calles García Moreno y General Gómez, centro-sur de Guayaquil, y junto a mis amigos del barrio construimos una casa en un “árbol” (no había árbol y estaba soportada por cañas) en un terreno baldío, pero los dueños del lugar la destruyeron, al final era invasión a propiedad privada.