Los Fuentes Gasca vuelven a Quito, la ciudad que admiran y que acoge bien sus espectáculos

El mundo de la fantasía retratada por humanos con habilidades singulares. El ambiente del circo se vuelve especial desde la vista panorámica de su alta carpa. La boletería, la pasarela, zona de alimentos y bebidas, el graderío, las luces, poleas, escaleras y utilería confluyen en la circular esfera de madera llamada escenario, que solo al ubicarse de pie en medio de esta permite admirar la grandeza que tiene el entretener a la gente y brindarle sonrisas.

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En la explanada cercana al redondel de la avenida Panamericana Norte, en el sector de Carapungo, en el norte de Quito, se levanta la colorida carpa, los carteles de anuncio en las boleterías dan la bienvenida a la taquilla, y a su lado, los accesos.

El camino conduce hacia la tarima, de pronto, detrás del telón aparece un par de jóvenes de 19 y 22 años. Nadie se imagina que son los dueños, a su corta edad dirigen la cuarta generación del gran Circo de los Espectaculares Hermanos Fuentes Gasca, de México.

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Esta familia circense recorre Centro y Sudamérica desde 1938, cuando nació la idea en Ciudad de México, actualmente tiene tres espectáculos que recorren distintos países, sus últimas presentaciones están en curso en Panamá y Ecuador.

Para Gilberto Fuentes Gasca, de 22 años, estar al frente de un circo que tiene muchos años de historia significa una gran responsabilidad para ellos. Es su misión diaria, mantener la calidad y expectativa del público hacia el espectáculo. “Es una responsabilidad muy grande, pero es nuestra vida, lo hacemos con mucho cariño para todo nuestro público”, relata sentado en medio del escenario.

Aunque las 50 personas que forman parte del circo, entre técnicos de iluminación, instalación de la carpa, artistas, y más, son su familia con la que viaja por distintas ciudades y países, tiene el gusto de contar a su lado con su hermano de sangre, Ángel Fuentes Gasca. No siempre están juntos, a veces él tiene que dirigir otro show y se alejan. Su hermana, Frida Fuentes Gasca, controla el show de Panamá.

Pero han aprendido a vivir así. Su vida, literal, es el circo. Gilberto recuerda que nacieron y se criaron entre los artistas y viajes del circo. “Cuando era pequeño no decía voy a ser bombero o astronauta, para mí era quiero ser trapecista, quiero ser acróbata, malabarista”, dice con mirada de ilusión, mientras mira a lo más alto de la carpa. Luego de un suspiro, puntualiza que el año anterior solo pudo ver por un mes a su madre, en todo el año.

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Ángel siente lo mismo, aunque asegura que es una gran responsabilidad, también es una sensación de orgullo el representar a una marca que tiene su nombre en muchos países. Esto de llevar alegría y diversión a todas las partes del mundo es algo muy bonito, muy satisfactorio. Hacer que la gente, desde el más pequeño de la familia hasta el más grande tengan una sonrisa, pasen bien en nuestro espectáculo, es algo muy bonito”, señala.

Para él, de todos los viajes que ha realizado por América, sin duda, le parece que Quito es una de sus ciudades favoritas. “Me gusta mucho la ciudad en sí, la gente, y el trato que nos dan aquí es espectacular. A donde vamos nos sienten el acento de otro país y como que tenemos mejor recibimiento”, enfatiza con una sonrisa.

A su hermano también le gusta Quito, Cuenca y Guayaquil. Aunque todo no es color de rosa, pues en Ecuador también sufrió un accidente, hace cuatro años. Gilberto relata que en aquella ocasión se presentaba un acto de motociclismo en una esfera de metal, y una descoordinación causó una fuerte caída en la que perdió el conocimiento. Ahora, sonríe y dice que se acuerda exactamente todo lo que pasó antes y después del accidente, pero el siniestro en sí, no recuerda.

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Sin embargo, el ambiente durante el día es de calma, risas y descanso. La familia es variada, existen artistas mexicanos, argentinos, estadounidenses, también ecuatorianos. Sin embargo, aunque se juntan varias nacionalidades han creado una familia que ama lo que hace y que conviven como una aldea mientras el telón continúa abajo, y se juntan en una perfecta sincronía, cuando las luces se encienden, el telón se abre y el espectáculo se inicia.

Los jóvenes dueños también forman parte del show, ellos son acróbatas, hacen malabarismo, trapecistas y hasta aparecen en las escenas cómicas. Su sueño más latente es el de mantener esta tradición por mucho más de los 85 años de historia que van contando. Quieren que sus hijos y nietos mantengan viva la magia de transportar a las personas a un mundo de risas y admiración concentrados bajo la gran carpa de los Espectaculares Hermanos Fuentes Gasca.

Los horarios de presentación en Quito serán los siguientes:

• De lunes a sábados tendrán dos presentaciones: 18:30 y 20:30.
• Los domingos y feriados, tres presentaciones: 16:00; 18:00 y 20:30.

Los precios varían según la localidad que desee adquirir, pero están en el rango de $ 5 hasta $ 20. Las boleterías están abiertas desde las 10:00 y prevén que el espectáculo se mantenga en la capital durante las dos siguientes semanas. (I)