El próximo 17 de marzo se cumple un año del cierre del puente internacional de Rumichaca que une a Ecuador con Colombia, medida que fue tomada por el gobierno del presidente Iván Duque ante la pandemia del COVID-19.

Los efectos de la clausura del tránsito de vehículos y personas por el ducto binacional dejan dos lecturas diferentes en el comercio de la región; mientras en Tulcán se registra una repentina recuperación de los negocios, en Ipiales la situación preocupa debido a que ese mercado depende de los compradores ecuatorianos.

Frente a esta realidad las cámaras de Comercio de Ipiales y Pasto y las autoridades de esas ciudades vienen presionando al Estado colombiano para que reabra el viaducto, incluso Luis Fernando Villota, alcalde de Ipiales, anunció que la reapertura podría hacerse realidad en los primeros días de marzo.

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Preocupación en Tulcán por probable apertura del puente internacional Rumichaca

En Tulcán, en cambio, los sectores comerciales se muestran contrarios a un probable despeje del paso bilateral, como explicó Alexander Chamorro, presidente de la Cámara de Comercio, quien señaló que la medida no solo afectaría sanitariamente, sino económicamente.

Los directivos sostienen que tras el bloqueo la gente ahora compra artículos y productos ecuatorianos ante la imposibilidad de ir hacia Ipiales, reactivándose la economía local que sigue golpeada no solo por la pandemia, sino también por las movilizaciones de septiembre (Carchi) y octubre (nacional) del 2019 y el diferencial cambiario.

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Mientras, los pequeños comerciantes de esta ciudad ecuatoriana (Tulcán), que históricamente viven del comercio entre Tulcán e Ipiales y viceversa, están pidiendo la creación de un corredor comercial en Rumichaca para dejar las trochas y pasos informales fronterizos que son altos focos de contagio.

Genary Pozo, presidente de la Federación de Pequeños Comerciantes, propuso que sea habilitado uno de los andenes de la calzada del puente (Rumichaca) de forma controlada, posibilitando el traslado de mercancías y productos en pequeña escala entre los dos países, previo el pago de tributos aduaneros y la aplicación de protocolos de bioseguridad.

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Comerciantes bloquean el ingreso a Ipiales para exigir la apertura del puente internacional Rumichaca

La Federación de Transporte Pesado de Carchi, en cambio, considera que debe abrirse de forma programada y pide a las autoridades de los dos países que se permita que los tripulantes ecuatorianos pasen con la carga al vecino país.

Denuncian que Colombia exige que los tractocamiones sean entregados en la mitad del puente a conductores de Colombia, habiéndose registrado algunos incidentes de tránsito (choques o volcamientos) y que no responden los responsables por los daños ocasionados, explica el directivo Patricio Rodríguez.

Lo cierto es que Colombia anunció en las últimas horas el cierre de sus fronteras terrestres y fluviales por un trimestre más, es decir, hasta el 1 de junio de este año, como acción para frenar la propagación del coronavirus.

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Juan Francisco Espinosa, director nacional de Migración, recordó que el cierre de fronteras estaba vigente hasta este lunes, 1 de marzo, pero otro de los temores es que Colombia es el principal destino para los emigrantes venezolanos que huyen de su país.

La prolongación del cierre mantiene excepciones como las emergencias humanitarias, el transporte de carga, los casos de fuerza mayor y la salida de ciudadanos extranjeros de forma coordinada con la autoridad migratoria.

Los registros epidemiológicos en esta parte de la frontera determinan en Carchi 5.680 contagiados y 186 fallecidos; mientras que en Nariño son 48.605 positivos y 1.609 muertes confirmadas. (I)