El Ministerio de Salud Pública (MSP) estima que hay un incremento del 30 % de asistencia de usuarios a los 136 centros y puntos de vacunación contra el COVID-19 en Quito. Pasó de 12.400 a 17.700 personas aproximadamente.
Janeth Yar, responsable zonal de Vigilancia de la Salud Pública de la Zona 9, que corresponde al Distrito Metropolitano de Quito del MSP, sostuvo que ese aumento se ha producido del 20 al 27 de diciembre.
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“La tendencia ha sido a subir (la presencia) de las personas tanto para primeras, segunda dosis, de rezagados y también lo que son los refuerzos; es el 30 % más”, dijo.
Uno de los grupos etarios que han mostrado mayor interés en ir, agregó, son los de 25 años, y recordó que esa población debía ser inoculada en el mes de agosto.
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De acuerdo con Yar, hay un 30 % más de estocaje de vacunas de lo que tenían programado, por lo que afirmó que no hay aglomeraciones ni filas de espera.
Desde el pasado 23 de diciembre, el Gobierno estableció la obligatoriedad de vacunarse contra el COVID-19 y de presentar un documento que así lo certifique para ir a establecimientos de atención al público, como centros comerciales, supermercados, restaurantes.
Si los locales comerciales no piden ese documento, serán sancionados. Eso ya se dio en al menos cinco establecimientos, en varias provincias, que permitieron el ingreso de personas sin carné o sin certificado.
De los 136 puntos de vacunación en Quito, se han habilitado tres en dependencias del Registro Civil: en el norte, en el centro y en el sur. Funcionarán hasta el 30 de diciembre.
Este miércoles, antes del mediodía, unas 20 personas, de diferentes edades, aguardaban para acceder a la inoculación en la matriz de la entidad, que se ubica en el sector norte de la urbe.
Usuarios esperaban sentados en la sala 3 de matrimonios, que fue adaptada para la vacunación. Otros debían esperar a unos metros de pie; y algunos ciudadanos, en los exteriores.
Wilson Moreno, quien está por cumplir 60 años, fue a que se le administre el refuerzo. Contó que estaba aguardando unos 20 minutos. No sabía cuánto tiempo más iba a esperar, pero sostuvo que había que tener un poco de paciencia.
Moreno había regresado al lugar dado que el día anterior se habían terminado las vacunas. Él estuvo ahí a las 15:30. Un letrero, colocado en una puerta de vidrio al ingreso de la sala, indica que la atención es desde las 08:00 hasta las 16:00.
Está de acuerdo con que se pida el documento de inoculación, pero cree que se debería aplicar algún procedimiento para verificar que quien lo presente sea realmente el vacunado.
Angélica Lizama llevó a su sobrino, que está por cumplir 14 años, para que le colocaran la primera dosis. Tuvo que esperar alrededor de tres horas. Le habían dicho que debían estar seis personas para abrir un envase de la vacuna de Pfizer. El chico vive en Guayaquil y no pudo acceder antes a la vacuna por una desorganización en el colegio.
“Por salud, por su entorno familiar, por el entorno del colegio, es mejor”, dijo Lizama, acerca de la importancia de acceder a la vacunación.
Mientras, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional estudiará, en los próximos días, la posibilidad de que los usuarios presenten el documento de vacunación contra el COVID-19 también en las unidades de transporte público.
Juan Zapata, presidente del COE nacional, indicó que la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) verá la viabilidad operativa, técnica y legal, cómo se aplicaría, de así resolverlo, además de la sanción.
El tema sería analizado entre lunes o martes de la próxima semana, en la plenaria del COE nacional.