La gobernadora de Tungurahua, Gabriela Rodríguez, mostró su preocupación por la detección de la variante P1 originaria de Brasil en la provincia y más aún porque luego del confinamiento del fin de semana pasado por el estado de excepción focalizado se volvieron a observar aglomeraciones en diferentes lugares de Ambato, especialmente en las inmediaciones de la plaza Primero de Mayo.
“Hay más preocupación teniendo una variante (brasileña) en nuestra provincia, teniendo un cerco epidemiológico absolutamente grande de la persona que tiene el contagio de esta variante, pero lamentablemente no hay disciplina ciudadana. La ciudadanía este lunes es como si se la hubiese sacado de un corral y nos encontramos con las calles llenas”, aseguró la representante del Ejecutivo en la provincia de Tungurahua.
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El pasado fin de semana, el Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) informó sobre la detección de cinco nuevos casos de la variante P1 en el país, adicionales a los dos primeros de Yantzaza, Loja y Portoviejo. Estos recientes diagnosticados se ubican en Pichincha (2), Tungurahua (1), Manabí (1) y Loja (1), se indicó. Otros cinco casos de la variante C37, detectada en Perú y Chile, se confirmaron en El Oro y Pichincha.
La gobernadora reiteró que es lamentable que no haya respuesta ni responsabilidad ciudadana para asumir lo que se está viviendo por el virus en la provincia de Tungurahua, que registra una alta ocupación de las unidades de cuidados intensivos para pacientes COVID-19 desde hace varias semanas.
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Lamentó que no haya recursos, ni médicos, ni medicamentos, ni casas hospitalarias para contener lo que se pueda venir en las siguientes semanas con un posible repunte de contagios de COVID-19.
Sin precisar cuántas personas están en el cerco epidemiológico, Rodríguez expresó que espera que se haya hecho de manera oportuna para detener el avance de la variante P1.
Por su parte, René Sanmartín, director distrital de Salud Ambato, explicó que en el cerco epidemiológico se hizo la identificación del caso confirmado y de los contactos cercanos, con quienes se hace el seguimiento y se les pide que se aíslen, lo que depende mucho de la colaboración de cada una de las personas.
Añadió que el equipo epidemiológico se encuentra a cargo de la situación. Este grupo está integrado por cuatro profesionales del distrito con una oficina técnica.
Recordó que la variante P1 tiene un mayor grado de transmisibilidad dentro de la comunidad.
El último fin de semana en cantones tungurahuenses se presentaron varias novedades de indisciplina ciudadana, por lo que agentes debieron desalojar una fiesta y tres canchas deportivas en la parroquia San Rosa (Ambato); además un micromercado fue clausurado en Baños de Agua Santa; asimismo se suspendió una fiesta con 50 personas en Píllaro; y se cerró un local que vendía alcohol en Pelileo. (I)