El paro nacional —este jueves, 2 de octubre del 2025, cumple once días— deja pérdidas en diferentes sectores productivos y de la economía. Uno de estos es el de la industria textil.

De acuerdo con Camilo Ontaneda, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), las paralizaciones le cuestan al sector, solo en la zona de la provincia de Imbabura, pérdidas por alrededor de $ 200.000 diarios, sin contar el perjuicio a los emprendedores del sector, lo que puede incrementar las pérdidas económicas.

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Este gremio representa a 32 empresas a nivel nacional entre pequeñas, medianas y grandes.

Al menos en el sector más ‘caliente’ de Imbabura tienen a las empresas prácticamente paralizadas; no tienen acceso los trabajadores a llegar con tranquilidad. La logística ha sido también muy complicada tanto para recibir materias primas como para poder movilizar el producto terminado al resto del país, y se ha perdido posiblemente un 30 % de ventas y proyectándose mucho más. Así describe la situación Ontaneda.

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En exportación presentan complicaciones en la logística debido a que no se puede abastecer con los productos que tienen que salir al menos de la zona de Imbabura, aunque en las otras zonas del país también hay complicaciones de accesos, en la parte sur, por la parte de la llegada a Cuenca y en la vía Alóag-Santo Domingo.

Ontaneda califica como la “zona más caliente” a Imbabura, y en segundo lugar a las provincias de Cañar y Azuay; y por último, el centro del país, importante para el abastecimiento de productos para la Costa.

Otro impacto al sector radica en la generación de empleos, pues revela que el sector textil proyectaba incrementar plazas de trabajo debido a la reactivación de la economía, pero el paro cambió esos planes.

“Con este problema tenemos que regresar a tratar de mantener los empleos que se tienen, y ojalá no lleguemos a unas instancias de considerar reducir empleos. Esperamos que estos problemas se puedan solventar lo antes posible para que no se tenga que tomar decisiones tan duras y que sean contrarias a lo que el sector textil suele brindar para el país, que son empleos y de gran volumen y variedad”, sostiene el dirigente.

En cuanto a las acciones tomadas por el Gobierno, indica que los corredores logísticos han tenido problemas por bloqueos que no han dejado que funcionen de la mejor manera no solo al nivel del sector textil, sino también a otros sectores. “Hemos escuchado con mucha angustia lo que está pasando con el sector agrícola, que son productos perecibles y que incluso han tenido que solicitar transporte aéreo para poder salir de la zona caliente”, lamenta.

Con las pérdidas actuales, Ontaneda proyecta con mucha preocupación el impacto que las paralizaciones pueden llegar a tener en su sector si es que se alargan más tiempo y no encuentra una rápida solución.

“Venimos de años muy malos, especialmente el año pasado. Las empresas han hecho todos los esfuerzos posibles para tratar de mantener la situación y no tomar decisiones más duras, pero este paro podría provocar, si es que se prolonga mucho tiempo, que al menos las empresas pequeñas y medianas consideren cerrar sus actividades, y eso representa muchos empleos perdidos”.

Los textileros no tienen mucho margen para poder aguantar debido a que el sector recién se está reactivando y tratando de sobrevivir en este caso y luego pensar en un crecimiento, concluye el titular de la AITE. (I)