Los colores de la economía y cómo aportan al objetivo del desarrollo sostenible

Hace seis años, los líderes mundiales establecieron una serie de objetivos globales con el fin de erradicar la pobreza y proteger el planeta a través de una agenda sostenible. En total son 17 las metas propuestas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Con el paso del tiempo se han ido incorporando mecanismos que les permitan a las instituciones cumplir con esos parámetros. Es así como a nivel económico se adicionaron nuevas formas de financiamiento y de clasificación ante el destino de los fondos.

La economía de colores busca centrar las actividades a través de elementos comunes que se asocian a uno o varios sectores. Además que busca modificar los modelos de consumo lineales.

Actividades económicas se pintan de colores para incluir a más sectores

Los colores de la economía son:

Verde: se asocian a las actividades que buscan ayudar al medioambiente reduciendo los riesgos ambientales.

Azul: se destaca la importancia de los mares y océanos, se los coloca como el motor de la economía.

Amarillo: centran sus actividades productivas en la tecnología y ciencia, apuntan a la reducción de los costos en la producción en este ámbito.

Rojo: consumismo, que si bien no lo cataloga como algo malo sí advierte que puede ser sin pensar en las consecuencias.

Naranja: actividades que se relacionan con la propiedad intelectual, el arte y cultura.

Gris: corresponden las actividades lícitas que evaden impuestos o la revisión fiscal.

Negro: se enfoca en las actividades ilícitas como terrorismo, tráfico de drogas, entre otros.

Violeta: se impulsan las actividades que promueven la equidad de género.

Plateada: los adultos mayores se convierten en el motor económico.

Justamente en Ecuador se abren espacios para que tanto la ciudadanía como las empresas contribuyan con algún tipo de economías, principalmente las que son en favor del medioambiente.

“Las instituciones financieras pueden tener un enorme efecto, principalmente motivando e impulsando a sus clientes a invertir en proyectos sostenibles, brindando condiciones adecuadas y una oferta atractiva, y asumiendo una parte de riesgo”, indicó Katarina Zdraljevic, jefa de la Unidad de Gestión Ambiental de Banco ProCredit.

Brinda tres ámbitos donde la banca se puede convertir en aliada para apoyar una economía verde, esto es a través de incentivos a inversiones verdes, convenios con actores sostenibles que se transformen en beneficio para los clientes y finalmente motivar con el ejemplo.

Cómo funcionan los bonos verdes para un sistema financiero sostenible

A partir de esta clasificación, también se han incorporado otros productos como son los bonos temáticos. Estos son créditos financieros que se destinan a financiar proyectos de acuerdo con su finalidad. Por ejemplo, los bonos verdes tienen como objetivo los proyectos amigables con el medioambiente.

De igual manera se conocen los bonos naranja y los azules. También se promueven los bonos sociales para financiar proyectos orientados a mejorar el bienestar social. (I)