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‘Lo que consumo en mayo del 2022 no puedo seguir pagando hasta septiembre del 2023′. ¿Cómo financiar el regreso a clases presenciales?

Las tarjetas de crédito y hasta el Biess promocionan sus financiamientos en esta época que se arman listas de compras para el inicio del periodo escolar.

Hay una amplia oferta de financiamiento para las compras del regreso a clases que este 2022 volverán a ser presenciales. Foto: María Teresa Martínez

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Los meses de gracia y plazos para pagar sin intereses vuelven como oferta de las tarjetas de crédito para las compras escolares. Hay bancos que promocionan avances en efectivo y el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess) también ofrece sus préstamos quirografarios.

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¿Tarjeta, avance o quirografario? La forma de financiar este retorno a clases presenciales para quienes no tienen ya el decimocuarto sueldo -que se paga a los trabajadores en marzo como ayuda escolar- o no les alcanza para cubrir todas las compras de útiles, libros, matrícula, uniformes, debe analizarse bien para encontrar la alternativa de financiamiento más económica, según expertos.

Bankard del Banco Bolivariano tiene el plan de diferir consumos a tres o seis meses sin intereses más dos meses de gracia en librerías, ópticas, tiendas de calzado y sastrería, almacenes de venta de ropa, zapatos y accesorios para clases como mochilas. Pacificard del Banco del Pacífico también ofrece diferidos a tres, seis y doce meses sin intereses con dos meses de gracia, dependiendo del local, sea de camisas, ropa, calzado, mochilas y tecnología (en algunos de estos negocios hasta 15 y 24 meses también con meses de gracia). Al igual que las tarjetas del Banco Pichincha, a seis meses sin intereses con dos meses de gracia.

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Diners Club financia hasta seis meses sin intereses o doce meses con intereses las compras para esta temporada escolar. Además tiene el plan de diez meses sin intereses para el pago de colegiatura. Esta opción tiene el beneficio de poder obtener el descuento que algunas instituciones educativas dan a los padres que cancelan el año completo, pues así sin pagar intereses a la tarjeta se consigue un 10 % o 15 % de rebaja en el valor de las pensiones.

Aquí se debe analizar lo que se llama costo de oportunidad: Significa que si yo tengo el dinero en este momento y el colegio me ofrece pagar el año con un porcentaje de descuento, ese porcentaje tiene que ser mayor al beneficio que hubiera ganado si utilizaba ese dinero en invertir en un banco, en un negocio o demás. Si no sé a corto plazo qué voy a hacer con ese dinero y puedo obtener descuento en el colegio, es una buena alternativa pagar con anticipación. Pero si estoy bastante endeudado, ahí tengo que hacer la evaluación de si es mejor pagar todas mis deudas porque ya estoy pagando un interés muy alto. Eso lo explica el analista económico Héctor Delgado.

Para la experta Sonia Zurita, solo es recomendable si el descuento es muy significativo y se tiene un ahorro que, por ejemplo, esté ganando entre 5 % y 8 % de interés y la rebaja en pensiones sea mucho mayor, pero con el compromiso de volver a alimentar el ahorro y mes a mes depositar el valor equivalente a esas pensiones que ya fueron pagadas de golpe. “Ahí hay que ser muy disciplinado, si no lo es, no recomiendo esa opción”.

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Las tarjetas de crédito manejan un interés en torno al 16 %. Los bancos ofrecen créditos al 13 % o 16,06 %. Y por los avances en efectivo se paga además del interés una tarifa por el servicio que depende del valor y ese recargo puede ser de entre $ 7 y más de $ 100.

“Las tarjetas de crédito no son malas, son una herramienta buena que nos ayudan para momentos como estos, el tema es que debo saber hasta qué límite puedo utilizarlas, o las ofertas y facilidades que dan. Por ejemplo, ahora librerías y comercios dan facilidades de meses sin intereses, yo podría aplicar pero siempre con base en mi presupuesto. Si estoy endeudado y voy a endeudarme más debo tener conciencia de que mi endeudamiento está subiendo y tal vez sea la oportunidad para sentarme, revisar los números y hacer un refinanciamiento total de mi deuda para que los pagos mensuales que hago sean menores y pueda vivir más tranquilo”, sugiere Delgado.

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Lo más importante -para Zurita- “es no dejarse llevar por la aparente facilidad de los meses de gracia, porque si difirió las compras de diciembre (ya se están pagando esas cuotas), y ahora va a diferir los pagos de útiles quiere decir que las cosas que consumió en mayo del 2022, va a seguir pagando en septiembre u octubre del 2023″, cuando el año escolar se termina en febrero. “Esa no es la idea. No desordenemos y hagamos más complejos nuestros compromisos adquiridos”.

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Entre todas las alternativas de financiamiento también está el Biess, que ha estado informando a sus afiliados sobre los quirografarios disponibles, con el monto, tasa de interés y plazo al que pueden acceder.

Estos créditos se dan para financiar estudios, auto, viajes, consolidar deudas o simplemente por necesidad de efectivo. La tasa es del 11 % hasta 48 meses de plazo con opción a novación.

Sea cual sea la opción de financiamiento que se necesite porque no se cuenta con un fondo para cubrir los gastos del regreso a clases, Zurita indica que se debe tratar de que esa nueva deuda no desordene sus finanzas y sea controlada. “Aunque me apriete la liquidez mensual un poquito, pero no hacer uso de los meses de gracia y otras facilidades sin meditarlo un poco”.

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Recomendaciones

  • Lo primero que tienen que hacer los padres de familia es tener un presupuesto definido de lo que deben gastar. Empezar a ver qué puedo y qué no puedo comprar.
  • Hay libros digitales que son un poco más accesibles, libros usados en buen estado si no tengo la capacidad para comprar unos nuevos. Inculcar el intercambio de libros. Organizar un grupo de padres y chicos de un grado que ya usaron los libros y los puedan utilizar otros, no los libros de trabajo sino los de lectura de contenidos académicos.
  • Enseñar a los niños el ahorro. Una forma es utilizar los materiales que quedaron inconclusos de años anteriores, pueden ser cuadernos. No necesariamente hay que comprar todo lo que dice la lista porque puedo tener guardados materiales. Hay que ordenar la casa y saber qué es lo que hace falta. Eso motiva a los niños a no consumir por consumir. (I)

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