El libro Los secretos de la deuda china, que se presentó la noche de este 28 de noviembre, trae varias revelaciones sobre las duras y opacas condiciones con las que se celebraron los contratos de deuda con China por parte de Ecuador. Entre ellos, se muestran las condiciones de los $ 18.000 millones de preventas petroleras.
El libro, que fue realizado por periodistas como Katherine Erazo, Cristina Solórzano, Mercedes Álvaro y María Elena Verdezoto, bajo la coordinación de Christian Zurita y apoyado por Fundación Mil Hojas, fue posible gracias a los 5.000 documentos que fueron recabados, en primera instancia por Fernando Villavicencio, ex candidato presidencial asesinado por sicarios el 9 de agosto de 2023, a once días de las últimas elecciones. En este sentido, los periodistas destacaron el aporte de quien tuvo una potente carrera periodística y quien también se desempeñó como presidente de la Comisión de Fiscalización en la anterior Asamblea Nacional.
Zurita explicó que Fernando Villavicencio “fue quien abrió el camino, quien encontró la información, quien buscó a los financistas y quien estructuró el primer proyecto. Luego abrió otro camino. Sin embargo, está listo, esa información por la que tanto esfuerzo hizo, ahora es una realidad”.
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En este sentido, Katherine Erazo comentó que como coautores del libro han reflexionado siempre sobre el papel que jugó Villavicencio en la transparencia de la información. “Él siempre quiso esa libertad, incluso en el flujo de la información y el acceso a la información. Este es parte de su legado, un tributo a la transparencia que estuvo escondido por mucho tiempo”.
En cuanto a los hallazgos, el libro revela la utilización de una cláusula de “inmunidad soberana de condiciones extremas”, que Zurita califica como una herramienta para un proceso de sometimiento. Asociado a este tema, Zurita recordó que tuvo oportunidad de hablar con el exembajador de China Cai Runguo, quien le habría comentado sobre los créditos chinos que Ecuador no entendía que a China le interesaba tener como garantía el territorio.
Erazo explicó que esta cláusula de “inmunidad soberana” establecía que el prestatario aceptaba que él y sus demás activos, que no son bienes inmunes, están disponibles para el procedimiento (en caso de aplicar la cláusula). El prestatario no puede invocar ninguna defensa sobre sus bienes que no son inmunes. Al ser deuda pública externa todos los ingresos respaldaban este crédito. En las diez obras analizadas, había cinco tipos de activos que no serían expropiados. Entre ellos, bienes que corresponden a actividades diplomáticas, bienes de actividades militares, recursos inexplotados, patrimonio cultural y otros bienes denominados activos protegidos.
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Otro de los hallazgos fue que había una participación de brazos financieros de un mismo banco. En el diagrama financiero que hicieron participaba un conglomerado de bancos sindicados y con ello, al parecer, estos recursos se quedaban fuera del país.
También se destaca la obligatoriedad de contratar con las empresas constructoras chinas, pero también contratar con la empresa aseguradora estatal Sinosure.
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Se establece el nombre de 32 funcionarios, a la cabeza Jorge Glas, que estuvieron participando en esta estructura crediticia. Entre los nombres que sobresalen en este estructura están Patricio Rivera Yánez, Fausto Herrera Nicolalde, René Ramírez Gallegos, William Vásconez Rubio, Diego García Carrión, Madeleine Abarca Runruil, Diego Martínez Vinueza, Esteban Albornoz Veintimilla, Fander Falconí Benítez y Andrés Arauz Galarza. Sin embargo, aclaran que Jorge Glas como ministro coordinador aparecía explícitamente en las disposiciones. Pero explicaron que la cabeza política sí fue Rafael Correa. En este sentido, dice Zurita que por ello Rafael Correa está sentenciado por autoría mediata.
En el libro también se refiere al papel del Ejecutivo en el gobierno de Rafael Correa de saltarse los candados legales, por ejemplo, al realizar una serie de reformas que permitían irrespetar el techo de la deuda hasta por encima del 40 %. Uno de esos mecanismos fue considerar a las preventas petroleras y los dineros recibidos como fuera de deuda.
También se ha logrado ahondar en cómo la fórmula creada en los contratos con China de venta del crudo terminaba beneficiando al Gobierno de China y a quienes revendían el crudo, pero no al Ecuador.
Entre los logros de la obra, también se puede contar con la revelación de que las condiciones de créditos del Ecuador eran más duras que las de otros pares, como Venezuela. En este sentido, recordaron los panelistas que el expresidente Rafael Correa había mencionado que si bien existía una cláusula de confidencialidad para que no se revelaran las condiciones de los créditos, era porque no querían que los otros socios de China tuvieran conflictos porque las condiciones para Ecuador eran mejores. El comentario causó hilaridad en el público presente. Entre los asistentes estuvieron periodistas, políticos, representantes de gremios, entre otros.
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En el acto también se mencionó que Christian Zurita retornaría al periodismo, después de haber entrado a la contienda política para reemplazar a Villavicencio en la candidatura presidencial. (I)