Al momento de solicitar un crédito, muchos bancos ofrecen a sus clientes el seguro de desgravamen. Este producto es una garantía para que, en caso de fallecimiento o incapacidad del deudor, la deuda quede cubierta y la familia no tenga que asumir el compromiso financiero.

Sin embargo, este producto financiero incluye ciertas condiciones que, de no cumplirse, pueden dejar a los beneficiarios sin cobertura y con la deuda intacta.

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Estas son cinco de las razones más comunes por las que el seguro de desgravamen podría no cubrir tu deuda.

1. Enfermedades preexistentes

El seguro de desgravamen podría no cubrir la deuda tras la muerte por enfermedad del usuario si hubo un diagnóstico de alguna enfermedad terminal, condiciones de salud críticas o una lesión previa a la adquisición del crédito.

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2. Fallecimiento por deportes extremos o actividades riesgosas

Las muertes ocurridas durante actividades catalogadas como de alto riesgo, como deportes extremos, accidentes bajo efectos de alcohol o drogas, o incluso en el marco de delitos, suelen estar excluidas. En esos casos, la aseguradora puede negarse a pagar, dejando la deuda vigente.

3. Incumplimiento en el pago del crédito

Un factor clave es que el seguro esté al día. Si el deudor deja de pagar las cuotas del crédito o el banco suspende la cobertura por mora, la póliza pierde validez. Así, en caso de fallecimiento o incapacidad, la deuda no quedará cubierta porque técnicamente el seguro estaba inactivo.

4. Incapacidad no certificada

En los casos de incapacidad total o permanente, no basta con que el deudor se declare incapaz. La aseguradora exige certificados médicos oficiales y, a veces, evaluaciones adicionales. Si no se cumple con estos requisitos formales, la cobertura puede ser rechazada.

5. Fraude o dolo comprobado

Si se demuestra que el deudor contrató el crédito o el seguro con intenciones fraudulentas, como falsear documentos, ocultar información deliberadamente o simular circunstancias, la aseguradora puede anular la póliza y dejar el pago de la deuda en manos de los herederos.

(I)