Tras la salida de Édgar Lama como presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), uno de los temas que quedaron pendientes de su administración fue instalar mesas técnicas de las cuales surgiría un proyecto de reforma a la Ley de Seguridad Social.

La tarde del martes 18 de noviembre, Lama informó que presentó su renuncia al cargo en el que estuvo cinco meses, desde el 3 de junio de 2025. Su renuncia se dio en un contexto de críticas por un supuesto conflicto de intereses y una millonaria glosa de la Contraloría.

Al poco tiempo, el Gobierno anunció que el presidente de la República, Daniel Noboa, aceptó la dimisión. Y Carondelet dio a conocer que se ha iniciado el proceso para encontrar al reemplazo.

Publicidad

Apenas la semana pasada Noboa, antes de la consulta popular, lo defendió de las críticas y señalamientos y había ratificado que Lama seguiría al frente del IESS.

En entrevistas con este Diario, Lama había mencionado que parte de su gestión se enfocaría en trabajar en una propuesta legal para reformar al IESS.

Que se integrarían mesas de diálogo con la participación de técnicos, jubilados, entre otros actores, para recoger las mejores ideas.

Publicidad

Lama llegó a decir que “probablemente” este mismo año se podría tener lista la reforma para entregarla a la Asamblea Nacional. Sin embargo, nada de eso ocurrió.

El 27 de junio, con menos de un mes en funciones, dijo sin mayores detalles que las mesas de diálogo tendrían un enfoque distinto a los espacios que emprendió su predecesor Eduardo Peña.

Publicidad

Entonces ratificó que en la reforma no se incluirán cambios en la edad de jubilación, ni se revisarían los aportes de los afiliados.

Para el 11 de julio, Édgar Lama indicó que se tenía previsto iniciar con las mesas de diálogo dentro de tres meses (en octubre).

Durante el informe de rendición de cuentas de 2024 del IESS, el entonces presidente del Seguro Social dijo que tenía trazada una hoja de ruta clara “para poder gestionar y crear el cambio que necesita esta institución”.

El 6 de agosto mencionó que seguían en proceso de organización de las mesas, que “probablemente” en octubre o noviembre se instalarían.

Publicidad

Aquel momento ratificó que en la reforma al Seguro Social no se subiría la edad de jubilación. Pero que sí se podrían incluir cambios en ciertos beneficios que presta el IESS respecto a qué pensiones jubilares se priorizan.

“Ahora el Estado paga más por las pensiones de aquellos que reciben las pensiones jubilares más altas. Debería ser al revés, el Estado debería priorizar aquellas pensiones jubilares más bajas de las personas que tienen mayor necesidad”, expresó brevemente Lama, sin ahondar en las implicaciones de aquella idea.

Hasta junio de este año, el IESS registró 722.785 pensionistas por el seguro de invalidez, vejez y muerte, y por invalidad, a los que se les ha pagado $ 3.052 millones en pensiones, según datos de la entidad.

Deuda del Estado sin fecha de pago

Otro de los pendientes que deja Édgar Lama es cumplir la reforma a la Ley de Seguridad Social, publicada en julio de 2024, que dispuso al IESS y al Ministerio de Finanzas acordar un plan de pagos para la millonaria deuda que arrastra el Estado con la institución desde hace varios años.

La ley estableció un plazo de cuatro meses (que venció en noviembre de 2024), para que el IESS y Finanzas fijen los valores de la deuda, “a través de un proceso de conciliación de cuentas”, y firmen un convenio de pago mediante un cronograma.

El monto debe incluir el capital e intereses. El plan de pagos no puede exceder de los 10 años y debía constar en el presupuesto del Estado desde el año 2025, según la ley.

Los últimos datos proporcionados por el IESS a este Diario indicaban que hasta mayo del 2025 la deuda estatal ascendía a $ 27.389 millones.

En agosto, Lama dijo que estaban “muy próximos a lograr una cifra” con el Ministerio de Finanzas. Que había un acuerdo sobre que la deuda superaba los $ 24.000 millones, pero que faltaba definir la forma de calcular los intereses.

Que se había conversado sobre el cronograma de pagos y los valores que el Estado cancelaría cada año. No obstante, para ese momento todavía no se tenía una cifra exacta de cuánto podría pagar el fisco.

“No queremos llegar a un compromiso que después va a haber que romper. Este año se va a saber y vamos a llegar a un acuerdo”, aseguró el entonces presidente del IESS. (I)