Francisco Mora, director del Seguro General de Salud Individual y Familiar del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), explica cómo por primera vez se ha desinvertido del fondo de la Administradora del IESS para inyectar unos $ 195 millones al fondo de Salud. Sostiene que ha sido una operación totalmente legal, que además ayuda a cubrir gastos de prevención por el fenómeno de El Niño y parte de la deuda con los prestadores externos de salud. También describe las medidas que se están tomando para optimizar el uso de unidades internas e ir bajando la alta incidencia de los prestadores externos a los que se les deben $ 1.200 millones.

¿Qué tipo de movimientos de inversiones se hicieron en el fondo de Salud y por qué?

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Nosotros tenemos varios seguros, cuatro especializados: Salud, Seguro Social Campesino (SSC), Pensiones, Riesgos del Trabajo, y otro fondo de la Administración. Hay ciertos fondos que son superavitarios y otros deficitarios. El fondo de Administración es superavitario. Por ello, hace un mes y medio, por primera vez, el IESS desinvierte del fondo de Administración $ 195 millones para beneficio del fondo de Salud. Esto significa que se inyectó dinero en el fondo de Salud.

¿A dónde fueron estos recursos?

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Tengo mis unidades internas (hospitales) a las cuales yo ya entregué fondos y tienen su presupuesto cuatrimestral. Pero de la desinversión de $ 195 millones, $ 44 millones fueron a las unidades médicas, para gastos para enfrentar el fenómeno de El Niño. Así se ha destinado a medicamentos propios para El Niño, definidos en un listado del Ministerio de Salud. Entre ellos, medicinas para enfermedades arraigadas: infecciones virales y bacterianas y politraumatismos. Asimismo, para dispositivos médicos asociados también al mismo fenómeno y para infraestructura y mantenimiento de las unidades. Es la primera vez que el fondo de Salud invierte en infraestructura, en al menos diez años. Han sido montos que pueden parecer pequeños: $ 4.000 o $ 6.000, pero con ello mejoran infraestructura. El resto ha ido a prestadores externos. Estos prestadores de salud representan un alto gasto por diferentes causas.

¿Estas son deudas a prestadores externos que vienen arrastrándose de otros gobiernos?

Son deudas que vienen desde el 2007 y desde el 2011. Tengo grandes deudas que llegan a $ 1.200 millones. Entonces, con la desinversión al fondo de Administración se les ha pagado aproximadamente $ 150 millones. En este campo están las dializadoras y Solca. Con Solca llegamos a un acuerdo de medición de la deuda desde el 2012 hasta el 2022.

¿A cuánto ascendía el fondo de Administración y en cuánto quedó? ¿Esta desinversión afecta a algún gasto importante de ese fondo? ¿Y, en cambio, cuál es el nivel del fondo de Salud al momento?

Había en el fondo Administrativo $ 550 millones y ahora quedarían $ 355 millones. El fondo de la Administradora es el fondo de los edificios. No hay una afectación porque era un dinero que no se destinaba a alguna atención, aunque era invertido por el Biess. Por ley se asignan $ 20 millones para mantenimiento y se devuelven normalmente $ 19,8 millones. Entre tanto, el fondo de Salud está con $ 333 millones, pero cuando inició la administración del presidente (del IESS) Alfredo Ortega estaba en $ 120 millones.

¿Igual esto es muy poco, cómo se garantiza la sostenibilidad de este fondo?

El fondo de Salud tiene varias aristas. Depende de dos temas: tengo unidades internas y a los prestadores externos. Ha existido un aumento excesivo desde el 2019 al 2022 de prestadores externos. En este periodo los prestadores externos subieron exponencialmente. Actualmente tenemos 467 prestadores externos, un aumento del 40 %.

La norma dice que deben atender temas vitales, como Solca, o temas de diálisis, cirugías cardiotorácicas. Esto, porque no se puede esperar que el hospital vacíe sus camas, cuando hay un problema vital. Ahora tenemos muchos prestadores odontológicos o de consulta externa, que no son vitales.

La línea que se siguió desde el día uno en esta administración del presidente Alfredo Ortega ha sido no incrementar los prestadores externos, mejorar la operatividad de las unidades internas (HCAM Teodoro Maldonado, José Carrasco Arteaga, Quito Sur, Ceibos, Manta y Machala que se llevan el 68 % de las atenciones y el 100 % de las especialidades). Hay que invertir en las unidades, para abastecerlas, para dotar de personal. Si no le doy dinero al hospital, se disminuye su operatividad, y más bien voy a tener que compensar con operadores externos.

Había un modus operandi para aumentar los prestadores externos y disminuir la capacidad hospitalaria del IESS. Es feo decirlo, pero es una realidad. La deuda que existe con proveedores externos es excesivamente grande. Cuando comenzamos la gestión con Ortega había una deuda $ 1.400 millones, la hemos disminuido. Hemos buscado ordenar el pago de los prestadores, por lo que hemos contratado dos auditorías externas de acuerdo con la ley. Esto para poder recuperar los dineros de las atenciones que debe financiar el Estado, con respecto a los jubilados.

Recuerdo que otras autoridades habían mencionado que en el tema de salud había el peor de los mundos: unidades internas que no funcionaban y proveedores que se llevaban mucho dinero, y que se quería transformar esa estructura. ¿Se puede lograr?

Nosotros lo estamos logrando. El presidente Ortega va un año cuatro meses de gestión y ya se pueden ver los productos. Ya tenemos un abastecimiento del 80 % de medicina a nivel nacional. Algunos hospitales grandes tienen el 84 %. Nosotros lo recibimos con 30 % de medicinas. Por supuesto, hay quienes se quejan aún por medicamentos y marcas particulares, pero nosotros tenemos que comprar según el catálogo electrónico.

¿Pero cómo han variado los porcentajes de operatividad y de prestadores?

En operatividad de las unidades internas se recibió en el 62 %, ahora los grandes hospitales están por sobre el 80 %. Actualmente tenemos 467 prestadores externos y hemos empezado con una disminución del 10 % a nivel nacional. Estamos normando la interrelación con prestadores externos. La lógica dice que debes optimizar la operatividad y bajar el número de prestadores. Por eso estoy terminando un borrador de resolución para el Consejo Directivo de cómo ir manejando la relación y poner límites. Esta tiene un objetivo ético, de sostenibilidad, para todo el que viene a este puesto a futuro. Sentarse en este puesto y encontrarse con una deuda de $ 1.400 millones es muy complejo. Estas no son decisiones políticas, sino técnicas.

A pesar de este cambio de estructura siguen teniendo la deuda. ¿Cómo se puede mejorar este tema?

Hemos contratado también una auditoría externa 2023 en adelante. La Contraloría acaba de revelar un informe de resultados en Guayas, en el que se ha detectado que los prestadores externos tenían pagos indebidos, no cumplían con las categorías de calidad y facturaban un exceso que no hacían. Ahora estamos asignando los pagos de enero, febrero y marzo de 2023, pero de un proceso correctamente auditado.

¿Sobre el traspaso de dineros, de un fondo a otro, tengo entendido que la ley lo prohíbe, cómo se lo hizo?

Utilizar el dinero del fondo administrativo es legal. Sin embargo, se debió cambiar la normativa interna del Biess, pues no se lo había hecho. La prohibición es para los fondos especializados, pero no para el fondo administrativo. (I)