El hidrógeno verde ya está en el horizonte energético del Ecuador. El Ministerio de Energía y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentaron el diseño de la hoja de ruta para la producción y uso del hidrógeno verde en el país, con el objetivo de avanzar en el fortalecimiento de la transición energética.

¿Pero qué es el hidrógeno verde y cómo se lo obtiene? La viceministra de Electricidad, Enith Carrión, explicó que se trata de un producto energético que se obtiene de un proceso llamado electrolisis. “Se toma el agua y a través de un proceso con energía eléctrica, se separan las moléculas (2 de hidrógeno y una de oxígeno). Así se toman las moléculas de hidrógeno y se las almacena en pilas de hidrógeno o cavernas de sal que no sean permeables”.

El hidrógeno verde puede ser utilizado como un combustible sostenible y convertirse en una fuente energética, clave para alcanzar la descarbonización de planeta y combatir el cambio climático, pues no genera emisiones contaminantes.

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Pero para que el país pueda ingresar de lleno en esta industria, es necesario primero que se defina hacia dónde deben orientarse las políticas públicas. Ahí entra en acción la primera consultoría que ha sido facilitada por el BID con fondos no reembolsables, por $ 100.000, que será realizada por la empresa Fichtner. Esta empresa fue seleccionada entre un grupo de 30 empresas que concursaron para el efecto.

Por lo pronto Adriana Gómez Mejía, directora del proyecto de Fichtner, indicó que Ecuador tiene varios factores a favor, pues tiene los recursos hídricos, una potencial demanda que tiende a incrementarse, tiene puertos en el Pacífico que pueden ser las vías de exportación e incluso posee infraestructura que debe ser adaptada para ser utilizada. También ve algunos desafíos como buscar las mejores prácticas del transporte de este producto, así como la capacitación del recurso humano. La hoja de ruta descrita por Gómez Mejía tiene tres etapas: planeación, identificación de metas y objetivos y finalmente desarrollo de la hoja de ruta. Todo ello se concretará en seis meses, hasta mayo del 2023.

Carrión dijo que la idea es definir si le conviene más al Ecuador apostar al almacenamiento, a la producción de energía o al transporte. Actualmente, agregó, Ecuador vierte, en ciertos meses del año agua de las hidroeléctricas, sin producir energía, una primera idea es evitar este vertimiento. Otro posible uso es en el transporte pesado, que es uno de los más contaminantes y con ello también desplazar a los combustibles fósiles que se usan.

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Tras los seis meses de diseño de hoja de ruta vendrá un plan piloto, también apoyado por el BID.

La presentación se realizó este 1 de diciembre.

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La jefa de Operaciones del Banco Interamericano de Desarrollo en Ecuador, Adriana La Valley, resaltó la importancia de establecer una estrategia nacional para la producción y uso del hidrógeno verde en Ecuador, con el fin de garantizar un futuro limpio y sin emisiones de carbono.

Entre tanto, Jörg Zehnle, gerente general de la Cámara Ecuatoriano Alemana, que estaba entre el público dio a conocer que la Cámara también ha estado trabajando de manera paralela en buscar alternativas para impulsar el hidrógeno verde en Ecuador. Aseguró que este tema es clave para su país en el contexto de conflictividad internacional que se vive por la guerra de Rusia contra Ucrania. Dijo que en los próximos días se va a realizar el lanzamiento de la Fundación H2 Ecuador, similares a las que ya existen en Chile y Perú. En este sentido, ofreció el apoyo de la Cámara para el proyecto de diseño de la hoja de ruta.

Por su parte, José Ramón Gómez, líder regional en Energía del BID, dijo que el hidrógeno verde será un factor clave para bajar las emisiones de efecto invernadero, pero además un plus para atraer inversiones. El ejecutivo del BID recomendó al Ecuador promover de manera inmediata la capacitación del capital humano en este tema.

Recordó que para el BID es una prioridad apoyar en temas de energías más limpias y que hace pocos días aprobó la financiación por $ 125 millones de la interconexión eléctrica entre Ecuador y Perú con una línea de 500 kilovoltios. Se espera que el proyecto cuente con la cofinanciación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) por otros $ 125 millones.

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La nueva infraestructura de transmisión, que permitirá fortalecer la integración energética regional y promover el desarrollo del Sistema de Interconexión Eléctrica Andina (SINEA), constará de una línea de extra alta tensión de 544 km entre ambos países. El tramo ecuatoriano, sujeto de este financiamiento, consta de 280 km de líneas de transmisión y una subestación nueva en Pasaje. El tramo partirá de una subestación existente en Chorrillos, al norte de Guayaquil, y correrá hacia el sur hasta la frontera con Perú, en donde el proyecto continuará por 264 km adicionales hasta Piura, tramo que será financiado por el sector privado de dicho país.

En Ecuador las obras serán de propiedad y operadas por la Empresa Pública Estratégica Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec-EP), en tanto que, para el tramo de Perú, la licitación se hizo bajo el modelo de concesión privada, que incluye 30 años de operación comercial.

El préstamo de $ 125 millones del BID es bajo la modalidad de Facilidad de Financiamiento Flexible y ofrece al país receptor la opción de solicitar modificaciones en el cronograma de amortización, conversión de moneda, tasa de interés y protección contra catástrofes. Tiene un plazo de 23 años, con un periodo de gracia de 7,5 años, y a una tasa de interés basada en SOFR. Celec de Ecuador aportará otros $ 13,62 millones en fondos de contrapartida local. (I)