Amanece en el campamento Las Peñas de la Mina Fruta del Norte, bajo un cielo azul que empieza a iluminarse y un calor característico de la zona amazónica. Son las cinco de la mañana y ha llovido intermitentemente toda la noche, pero el trabajo no se detiene en esta especie de miniciudad minera, que ocupa 5.666 ha, donde se trabaja las 24 horas del día.