En los 90, Colombia vivió un escenario similar al que atraviesa Ecuador actualmente con los cortes de luz, incluso con un horario más extendido: de las 24 horas, 16 no tenían luz. Esto como resultado de una mezcla de varios factores, entre ellos, el sector eléctrico era público y no se realizaron mantenimientos a las plantas térmicas. La presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), Natalia Gutiérrez Jaramillo, cuenta que también tienen sus propios problemas, pero las medidas tomadas con el paso del tiempo incluso les permitió exportar energía a Ecuador -ahora suspendida-, porque así como Ecuador están cuidando sus embalses.
¿Qué pasó en Colombia en los 90?
Tuvimos un gran apagón hace 30 años, como el hoy que están viviendo ustedes. Estábamos en una situación muy difícil. Primero, todo el tema eléctrico del país era público; segundo, estaba politizado; tercero, no se les hicieron los mantenimientos que se tenían que hacer a las plantas térmicas; y cuarto, nos cogió una temporada de extrema sequía del fenómeno de El Niño. Todas estas causas generaron que tuviéramos racionamientos más de lo que tienen ustedes ahora, de las 24, 16 horas de racionamientos. Esa situación llevó al Gobierno de su momento, que fue el presidente (César) Gaviria, a nombrar a un montón de expertos para ver cuáles eran los mejores modelos y prácticas del mundo para evitar que volviera a suceder un apagón.
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¿Qué se desprendió de ahí?
Lo primero que se desprendió fue una nueva ley eléctrica, que tenía como base, y creo que ha sido fundamental, dejar entrar al sector privado en el sector de energía eléctrica, entonces durante los últimos 30 años en Colombia, claro, todavía tenemos sector público, tenemos empresas muy grandes públicas, pero compitiendo con grandes empresas privadas, y creo que ese nivel de competencia ha hecho que sí tengamos un sector que todos los días es más eficiente en precios, en servicio y mucho más confiable; el término confiabilidad nosotros aquí lo referimos a tener energía disponible 24 horas al día siete días a la semana, yo creo que esto es lo que nos diferencia de otros mercados y de otros países.
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¿Qué les permitió esa nueva ley?
Ese nuevo diseño de mercado que se materializó en una ley nos permitió que más o menos hasta la fecha se han hecho inversiones por más de 140 billones de pesos (alrededor de $ 33.000 millones) en el sector, que no son dineros que salen del Presupuesto General de la Nación, eso es muy importante, porque la nación dejó de utilizar recursos para este sector y lo que se creó fue toda una institucionalidad que diera señales de política pública para que los jugadores públicos y privados, nacionales o internacionales, hicieran las apuestas de país.
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¿Qué implicó la creación de esa institucionalidad?
Se crearon instituciones como la CREG (Comisión Reguladora de Energía y Gas), que es un órgano independiente, es el regulador; se creó la UPME, que es la Unidad de Planeación Minero Energética, que es pública y es la que está constantemente mirando las señales de largo plazo, es la que está diciendo: ‘la demanda va a crecer tanto, tenemos que dar las señales para crecer el parque de generación en tanto’.
Creo que de las lecciones más importantes que nos dejó el apagón es que el sector eléctrico tiene que superar los gobiernos y tiene que ser una política de Estado, aunque hemos tenido gobiernos de izquierda, de derecha, de todas las (tendencias) políticas. Hemos visto que todo lo que se refiere a política pública del sector energético ha sido pensado siempre a largo plazo, las decisiones de hoy son para poder tener la energía del 2026, 2027, 2028 y así sucesivamente.
¿Lo público es malo?
No quiere decir que lo público sea malo. Se pensó en su momento cuando se tuvo la crisis que aquí debe haber jugadores privados para fomentar la competencia y la eficiencia en la generación de energía.
¿Cómo se superó la mala imagen del privado?
Lo que se pensó en Colombia cuando tocamos fondo, porque la situación del apagón fue tremendamente compleja, fue que en la ley hubiera principios rectores para cualquier jugador, público o privado, pero eran principios que superaban más el tema de propiedad y se enfocaron realmente en la prestación del servicio.
¿En qué consisten los principios rectores?
Hay principios rectores, como por ejemplo, tiene que haber una prestación de servicios que asegure la suficiencia financiera de las empresas, no importa si es pública o privada, y eso asegura que, por ejemplo, se tomen las mejores decisiones cuando se está hablando de un servicio público.
También hubo una cosa muy importante que se creó en esa ley y es la Superintendencia de Servicios Públicos para vigilar el buen comportamiento de las empresas prestadoras de servicios públicos, no importa si son públicas o privadas.
¿Cuál sería la labor del Estado?
El gran concepto que se tuvo en los 90 fue el que se preste un servicio público esencial no obliga a que esto sea una labor exclusiva al Estado, ahora del Estado sí tiene que ser la labor de regulación y de vigilancia, en eso sí fue muy clara la ley, ‘yo pinto las reglas de juego para que venga cualquier jugador, pero yo, Estado, regulo y yo, Estado, superviso’ y doy señales de regulación en las que tengo una concepción de cómo quiero que sea este mercado.
La generación es de libre competencia en Colombia, pero ¿la transmisión y la distribución?
En Colombia la generación de energía eléctrica está en un mercado de libre competencia, pero la transmisión y la distribución no están en un mercado de libre competencia, están en un mercado regulado por la CREG...
En distribución también tenemos todo tipo de inversionistas, pero las tarifas en esos puntos sí son reguladas, pero por una cosa muy práctica, las líneas de transmisión, no tiene sentido que por competir se haga una línea al lado de la otra, y en distribución lo mismo, es un tema de eficiencia de mercado.
¿Cómo han superado el estiaje?
Con éxito hemos superado seis fenómenos de El Niño, a lo que ustedes le llaman estiaje, pero lo que sí es cierto es que estamos en una situación atípica y es que todos estábamos esperando un fenómeno de La Niña y no se ha materializado. Entiendo yo que la mayor dificultad que tienen es también un tema de embalse, que no se han recuperado en la forma en la que se tenían que recuperar, sumado a otros temas, creo yo, de térmicas que no se han podido encender.
Nosotros tenemos nuestras propias preocupaciones también en este momento por esa coyuntura, como ustedes vieron el Gobierno colombiano decidió suspender las exportaciones a Ecuador, que era lo que le estaba también dando un poco de respiro a Ecuador, pero porque realmente a nosotros nos está pasando algo parecido y es que los embalses no se están llenando a la velocidad que se deben llenar.
En Colombia se creó una cosa muy importante que llamamos el cargo por confiabilidad. Es un seguro y ha sido una herramienta que nos ha permitido entregar energía, inclusive en eventos climáticos extremos.
¿De qué se trata ese seguro?
El 85 % del tiempo en Colombia el mercado nacional y la demanda están casi atendidos por energía hidráulica cuando tenemos unas lluvias en estado de normalidad, pero lo que hicimos con el parque térmico fue decirles: ‘señores, aunque ustedes no estén encendidos todo el tiempo, sí los necesitamos listos para encenderse cuando toque y eso implica que yo le voy a reconocer a usted una remuneración así esté en la banca’, eso es como un partido de fútbol...
Pero cuando estamos en un fenómeno de sequía, las plantas térmicas entran a suplir casi el 45 % de la capacidad, no es que dejemos de generar con hidráulicas, seguimos generando con hidráulicas, pero entra a acompañar esa generación la térmica y lo que nos pasó ahora es que el parque térmico llegó a atender el 49 % de la demanda del país.
¿Cuál es la situación de Colombia actualmente?
Estamos en una situación atípica y es que debería estar lloviendo y no está lloviendo, o no está lloviendo lo que esperábamos, y en Colombia, al igual que ustedes, todos los diciembres tenemos un verano eléctrico más pronunciado, eso sumado a una coyuntura que le hemos advertido al Gobierno colombiano y es que llevamos casi un atraso de 4.000 megas de energía que no han entrado... Entonces hoy el margen entre oferta y demanda está muy reducido, cosa que nos está generando estrés en el sistema y que nos hace enfrentar cada verano eléctrico con mucha más cautela...
Entonces el Gobierno, encabeza el ministro de Minas (Andrés Camacho), tiene que evaluar cómo van a estar los balances de energía y los embalses para diciembre de este año que arrancamos nuestro verano y si nos va a alcanzar entre la oferta y la demanda esa energía.
¿Qué pasa con el mecanismo que tienen para Ecuador?
Hay que resaltar estos mecanismos valiosísimos, porque en ocasiones anteriores Ecuador nos ha vendido energía a nosotros cuando hemos necesitado energía. Siempre le hemos pedido al Gobierno que evalúe constantemente el balance, si ellos ven que hay excedentes para entregarle energía a Ecuador, se le pueda entregar, porque entendemos la situación en la que está Ecuador.
Sin embargo, la situación colombiana es que durante unos meses les estaba entregando energía a partir de nuestros embalses de generación hidráulica y nosotros en este momento estamos tratando de guardar energía hidráulica para poder llenar los embalses de aquí a diciembre, entonces, en ese momento le pedimos al ministro de Minas que evaluara, que le siguiéramos entregando energía, pero a partir de energía térmica... Colombia hace tres semanas activó un estatuto.
¿De qué se trata ese estatuto?
Es una reglamentación que se llama Estatuto de Desabastecimiento y lo que hace es que el Gobierno nos tiene intervenido el sector y cuando nos interviene, la generación está en libre competencia, pero interviene el Gobierno y nos dice: ‘No, señores, ustedes tienen que guardar más agua y para poder guardar más agua, yo tengo que prender más térmica’. Y el balance que hace en este momento el Gobierno dice: ‘Para yo poder prender toda la térmica, no le puedo seguir entregando energía a Ecuador así sea térmica, porque no me alcanza’.
Ese es un poco el balance que hace el Gobierno y nosotros hemos pedido que ese tema se calibre todos los días, literal todos los días, no solo para que nosotros salgamos de ese estatuto de desabastecimiento que está activado en este momento para cuidar nuestros embalses, sino para que eventualmente si llueve eso va a ser bueno para nosotros, va a ser bueno seguramente también para ustedes y se puedan en algún momento reactivar las exportaciones a Ecuador...
¿Existe la posibilidad de vender nuevamente energía a Ecuador?
Esa es una decisión totalmente autónoma del Gobierno, nosotros realmente no influimos en esa decisión, el Gobierno está haciendo casi que semanalmente unos comités para revisar el balance energético del país... Creo que el Gobierno colombiano está muy preocupado por la situación de Ecuador y se han hecho esfuerzos para que en los momentos que se ha podido entregar la energía, se les entrega energía.
Nosotros deberíamos estar con el embalse agregado en un 65 %, y estamos al 53 %, la emergencia está en que se han recuperado unos puntos, pero porque dejamos de generar con energía hidráulica y se prendió toda la térmica. Hace un par de semanas estuvimos en el 49 % y todavía hoy con esos puntos que recuperamos, estamos todavía a dos puntos de la senda que nos pone el Gobierno, entonces dos puntos para nosotros es mucha agua, todavía tiene que llover mucho.
¿Desde Ecuador, ya sea el sector privado o el Gobierno, han tomado contacto con Acolgen?
En su momento nos reunimos con quien fuera ministra de Energía de Ecuador, Andrea Arrobo, y su equipo de trabajo. Ellos nos buscaron como caso de estudio para entender el funcionamiento del sector eléctrico en Colombia y conocer las medidas del país para superar los fenómenos climáticos. (I)
Otros datos:
- En Colombia, la capacidad instalada es del 75 % de energía hidráulica; 20 % de energía térmica y el 5 % entre lo nuevo: eólica, solar, biomasa y de generación con combustibles líquidos.
- En los últimos 30 años han crecido tanto en hidroeléctricas como en térmicas, ahora están dando espacio a la generación eólica y solar, pero con precaución y es que la transición energética no “puede poner en peligro la seguridad energética”.
- Empresas públicas de Medellín tiene la capacidad de generación más grande del país y es pública. “Le sigue un privado que realmente no es un privado, es un público extranjero, ENEL, son italianos; y luego está un privado, que es un fondo de capital privado, Isagen”.
- El Estatuto para Situaciones de Riesgo de Desabastecimiento (ESRD) es una reglamentación que fue escrita hace diez años y no se la había activado hasta ahora.
- El modelo colombiano, según la presidenta, muchos países como Brasil, Chile, Argentina lo están mirando como caso de estudio, incluso en Centroamérica.
- La mayor cantidad de generación de energía térmica que se presentó en el fenómeno de El Niño 2023-2024 fue el 25 de abril, cuando alcanzó el 50,7 % del total. Además, en un periodo normal o con fenómeno de La Niña (lluvias) llega a generar entre 80 % y 85 % de energía hidráulica, mientras que el resto es energía térmica, indica Acolgen, citando datos del Operador del Mercado XM.