El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró este martes "absolutamente ridículo" el lanzamiento de un juicio político en su contra tras la toma del Capitolio, el miércoles anterior, por sus seguidores, y dijo que el procedimiento está causando "una inmensa ira" entre sus partidarios.

Al abordar el helicóptero Marine One en la Casa Blanca para viajar a Texas, el mandatario republicano calificó su probable acusación por los demócratas de la Cámara de Representantes, que será examinada el miércoles, como una "continuación de la mayor caza de brujas en la historia de la política" y dejó en claro que no quería "ninguna violencia".

Trump se dirigió a Alamo, Texas, en la frontera con México, para inspeccionar una parte del muro con el país vecino en un intento de pintarse a sí mismo como alguien que lo toma todo con normalidad y destacando su "legado" antes de dejar el cargo. El muro con México fue una de las prioridades de su gobierno.

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Más tarde este mismo martes, la Cámara votará sobre la legislación que pide al vicepresidente Mike Pence que inicie el proceso para remover a Trump a través de la 25a enmienda. No se espera que Pence lo haga. Justamente, ambos estuvieron reunidos anoche en la Oficina Oval de la Casa Blanca.

Se espera que la Cámara vote el miércoles al comienzo de otra ronda de cargos de impeachment (juicio político) contra Trump, esta vez por incitar a la violencia en Capitol Hill que dejó cinco muertos y una ola de destrucción en el edificio.

Los demócratas han pedido a Trump que renuncie al igual que algunos republicanos, incluidos el senador Pat Toomey y el congresista Adam Kinzinger. (I)