Un Banco Central con independencia institucional, administrativa y presupuestaria; que sea manejado por un directorio conformado por cinco miembros, y que no repita los errores del organismo en la década pasada son las principales características que busca generar el Gobierno en esta institución.

Estos también son los principales cambios que trae la Ley de Defensa de la Dolarización que está por enviar el Gobierno a la Asamblea Nacional con carácter de económico urgente. Así lo explicó el ministro de Economía y Finanzas, Mauricio Pozo, en medios de comunicación televisivos y radiales.

La ley será enviada la próxima semana, aunque en este momento existe un problema administrativo y de proceso, ya que la ley debe ser calificada por el Consejo de Administración Legislativa (CAL), sin embargo, cuatro de sus siete miembros están participando en sus propias campañas electorales y esto generaría un inconveniente.

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De acuerdo con Pozo, entre los principales roles que se le asignarán al banco en la ley estarán el cuidado de la estabilidad macroeconómica. Por ejemplo, hacer un seguimiento de la liquidez, es decir, del ingreso y egreso de dólares, opiniones sobre el presupuesto, el endeudamiento, entre otros. Pero, además, generar información técnica macroeconómica para la toma de decisiones económicas acertadas.

Esto le convertiría en un tercero confiable, ya que no vendría supeditado al Gobierno ni al sector privado. De esta manera, dijo el ministro, se busca “evitar que el Central repita los errores que cometió en la década anterior, que le significó ser un apéndice del Gobierno que le dio recursos que no eran del gobierno”, dijo.

En este sentido el Banco Central deberá volver a tener los cuatro balances que tenía y que garantizaba que todos los depósitos del BCE estaban respaldados. Pozo comentó que debido al mal manejo del BCE en la década pasada, existe un descalce de $ 6.500 millones entre los activos de las reservas internacionales y las obligaciones que tiene el BCE con sus depositantes (Gobierno central, gobiernos seccionales, bancos privados y públicos, IESS, entre otros).

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En cuanto al nuevo directorio, el ministro comentó que en la propuesta, este estará conformado por cinco miembros, dos de los cuales serán a tiempo completo y uno de ellos será el presidente del directorio. Los miembros serán elegidos de ternas que envía el presidente de la República y serán escogidos por la Asamblea. Entre tanto, el gerente del BCE será nombrado por el directorio. Los miembros del directorio, que durarán entre cinco y seis años en funciones, tendrán que cumplir altos estándares técnicos. La idea de que el periodo de los directores sea diferente al del Gobierno de turno será justamente para que sea transversal al tema político.

El ministro dijo estar muy dispuesto a dar las explicaciones sobre el alcance de la ley (que consta de 130 artículos), que a más de ser una necesidad del país para defender la dolarización, es parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).