Esta mañana, el Gobierno lanzó una estrategia para combatir la desnutrición crónica infantil en Ecuador que se viabilizará a través de un Decreto Ejecutivo y que se basará en cuatro herramientas, según explicó la vicepresidenta María Alejandra Muñoz.

La primera herramienta es el establecimiento de un paquete priorizado de servicios y productos, vacunas y controles definidos por obligatoriedad.

La segunda es el presupuesto por resultados, se recibe mayor presupuesto en función de los índices que más se disminuyen.

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La tercera, la medición de los índices de desnutrición crónica infantil con una sola metodología y de forma anual por parte del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

La cuarta, el seguimiento nominal, para verificar por cada niño y madre si es que cuenta con los controles y vacunas, aunque migren internamente.

"La desigualdad llega muy temprano en la vida, desde que el niño está en el vientre de su madre que no recibe los controles completos y avanza en los primeros años de vida cuando carece de acceso a una nutrición de vida, acceso a agua potable y hábitos de higiene", dijo Muñoz.

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El presidente Lenín Moreno informó que la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) señala que Ecuador es el segundo país en la región con mayor índice de desnutrición crónica infantil y eso significaría que cuatro de cada diez niños no tendrían un futuro seguro.

El ministro de Economía, Mauricio Pozo señaló que más del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) destina a sectores sociales vulnerables. (I)

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Hay 1'700.000 menores de 5 años, el 40% de ese total: 689.000 son infantes cuyo futuro estaría en riesgo, los expertos advierten además que las cifras crecerán por efecto de la pandemia del COVID-19, agregó.

Moreno dijo que tenían proyecciones optimistas en esta área, pero la pandemia lo retrasó todo y por eso, varias instituciones como el Plan Toda una Vida y el Ministerio de Salud se harán cargo de ejecutar esta estrategia. (I)