Las fuerzas armenias separatistas de Nagorno Karabaj y el ejército azerbaiyano se acusan mutuamente de bombardear zonas civiles, causando víctimas, en el segundo día de una tregua humanitaria que todavía parece inestable.

Azerbaiyán informó de nueve civiles muertos en el bombardeo nocturno contra la segunda ciudad del país, Ganyá, a unos 60 km de la línea del frente, y que ya ha sufrido varios ataques desde hace una semana.

La oficina del fiscal general señaló que fue alcanzado un edificio de departamentos en lo que calificó de un ataque “deliberado contra civiles”.

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Hikmet Hajiyev, consejero del gobierno azerbaiyano, denunció “un acto genocida” y advirtió que si esto continúa, se verán “obligados a tomar medidas recíprocas”.

El Ministerio de Defensa de la región separatista desmintió haber bombardeado Ganyá: “Es una mentira absoluta”. El presidente del enclave, Arayik Harutyunyan, aseguró que sus tropas respetaban “el acuerdo de alto el fuego humanitario”, negociado en Moscú el viernes y que entró en vigor el sábado.

Nagorno Karabaj es un territorio poblado mayoritariamente por armenios que se independizó de Azerbaiyán tras una guerra que causó 30.000 muertos en los años 1990. Desde entonces, Bakú acusa a Ereván de ocupar su territorio y suelen estallar brotes de violencia.

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De momento, se contabilizaron cerca de 550 fallecidos, aunque el balance podría ser mucho mayor.

Desde el Vaticano, el papa Francisco señaló que aunque “aprecia que Armenia y Azerbaiyán hayan acordado un alto el fuego por motivos humanitarios”, lamenta que “la tregua sea demasiado frágil”. (I)