Cuando Juan Guaidó dijo que tomaba el cargo de presidente interino de Venezuela porque la Asamblea Nacional era el único poder legal del país en 2019, parte de la oposición se sorprendió, pero lo apoyó, incluyendo Henrique Capriles, una de sus principales figuras.

Casi dos años después, la oposición se ha vuelto a dividir frente a las elecciones parlamentarias, pues una parte no quiere participar y “validar un fraude” del régimen de Nicolás Maduro, mientras otra, en la que está Capriles, dice que es tiempo de luchar para que haya unos comicios legítimos con ayuda internacional y así participar para que la oposición pueda seguir teniendo el principal poder legítimo, aunque no tiene ningún control dentro de Venezuela.

Hace pocas semanas Maduro ‘indultó’ a decenas de opositores, incluyendo miembros de la Asamblea. Tiempo después se supo que era parte de una negociación con algunas facciones de la oposición, entre ellas la de Capriles, quien hace unos meses se mostró muy crítico con la estrategia de Guaidó porque pese a que lo reconocen casi 60 países como presidente y ha podido tomar el control de bienes en el exterior, ahogando más la economía del régimen, no se ve que el fin del chavismo en el poder esté cerca.

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Incluso llegó a calificar de “gobierno de internet” al gobierno interino de Guaidó. Pero ya bajó las revoluciones y ahora ambos muestran una fuerte discrepancia sin atacarse.

“Yo no sé si este proceso electoral, la búsqueda de ese hecho político, se va a lograr, pero tenemos que dar la pelea. La gente me dice: ¿otra vez? Sí, lamentablemente otra vez, no nos queda otra. Es un falso dilema votar o no votar. El dilema es luchar o no luchar. La gran pregunta es cómo se logra el cambio en Venezuela. No se logra por una acción militar que no viene, no va a venir y la mayoría de los venezolanos no desea que venga. Cuidado con las matrices de opinión, porque las grandes mayorías no entran en Twitter. Es lo que yo trato de visibilizar”, dijo Capriles a El País.

Capriles afirmó que hablará con quien sea para parar la “tragedia que vive Venezuela”. Además menciona que Europa tiene un papel fundamental, pues ha sido invitada luego de 14 años a observar unos comicios –como parte de las negociaciones-.

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Para él Europa debe ser el factor que provoque condiciones para una elección, incluyendo un aplazamiento, principalmente por la pandemia.

En tanto, Guaidó armó un “pacto unitario” entre 37 agrupaciones, incluyendo Primero Justicia, pero que excluye a Capriles. Asimismo, dijo que hará una consulta popular, aún sin fecha, para que los venezolanos dentro y fuera del país decidan el rumbo a seguir.

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Además no piensa en participar en las elecciones de diciembre porque da por descontado que serán un fraude. Sin embargo, Capriles dice que si ni siquiera se hace el esfuerzo de pelear por realizar unas elecciones con condiciones, más allá de que se logre o no, es algo que se tiene que hacer y no solo autoprorrogar la Asamblea, que a su vez sostiene a un gobierno interino que no tiene el control interno. Añadió que no sirve de mucho hacer una consulta que no es vinculante.

Para Capriles la oposición tiene que dejar de ser predecible porque Maduro lo que quiere es una elección sin oposición. Sin embargo, el desenlace también depende del gobernante, pues ya la Unión Europea dijo que no alcanza a armar una misión si los comicios son el 6 de diciembre y hasta ahora no se ve intención de aplazar los comicios.

De acuerdo con medios venezolanos, sea correcta o no, pase o no, la estrategia propuesta por Capriles ha llegado a mover el tablero que estaba inmóvil en Venezuela.

Un antecedente parecido y relacionado

Este capítulo hace recordar la difícil relación entre Henrique Capriles y Leopoldo López, dos figuras de la oposición. Hubo un tiempo en que se unieron para fundar Primero Justicia y convertirse en alcaldes importantes, pero eran dos estrellas que no podían compartir una tienda y López terminó saliendo y formando Voluntad Popular, del que luego emergió Juan Guaidó. (I)

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