Es jueves, el segundo día desde que Guayaquil pasó a semáforo amarillo y los centros comerciales recobraron más de su movimiento.

Es también uno de los dos días de la semana que Carla Segovia puede circular por la placa de su vehículo, hasta antes del miércoles solo podía un día.

Llegó al Riocentro Los Ceibos para realizar algunos trámites bancarios y compra de víveres, no sin antes cumplir con las reglas del centro comercial para el ingreso, un trabajador le tomó la temperatura, pasó sus zapatos por una solución desinfectante y le pusieron gel en las manos.

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"La mayoría de los locales están abiertos, solo algunos pocos permanecen cerrados; y hay movimiento, la gente ha llegado aunque guardando su distancia y utilizando mascarillas y guantes", contó Segovia sobre su primera impresión después de casi dos meses de no ver un centro comercial operando en su totalidad.

Los centros comerciales se prepararon desde hace semanas para esta reapertura, nuevas normas para la atención al cliente, así como la distribución de los sitios de afluencia masiva como los patios de comida cambiaron, ahora las meses son menos porque están más separadas a 1,5 metros o 2 metros de distancia, algunas tienen barreras y la mayoría solo pueden acoger a máximo dos personas, es la nueva normalidad para combatir la pandemia. En cuanto al aforo, el semáforo amarillo solo permite la ocupación del 30 % del área de cada local.

Estas adecuaciones ya fueron puestas en práctica la semana pasada por centros comerciales de Samborondón y Daule que entraron antes al semáforo amarillo, como el Village Plaza.

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Mall del Sur y CityMall también emitieron regulaciones para el control del aforo en sus instalaciones, la aplicación del distanciamiento social, el uso adecuado de equipos de protección personal para visitantes y colaboradores, uso obligatorio de mascarillas, el desecho adecuado de mascarillas y guantes, la sanitización permanente de áreas comunes, entre otras. Además, de la limitación de la ocupación del paqueo según el aforo permitido.

Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), indicó que pese a que se permite la apertura de los locales físicos algunos negocios, socios de la Cámara, se mantendrán un tiempo con las ventas a domicilio y no atenderán físicamente.

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"Todos los comercios se están acoplando a la nueva normalidad con los debidos protocolos. Sin embargo, algunos socios nos han informado que se mantendrán en espera un tiempo para evaluar la evolución de la situación", sostuvo Arosemena, quien añadió que hay más de 10 mil socios, de los cuales alrededor del 70% se mantenía operativo.

Aseguró que desde el inicio de la cuarentena hasta la fecha las pérdidas del comercio por la paralización en Guayaquil suman $1842 millones en ventas y las de todos los sectores suman $3498 millones.

Para Caterina Costa, presidenta de la Cámara de Industrias de Guayaquil, a un día del inicio de la fase de semáforo amarillo en Guayaquil todavía no es posible precisar el cambio en la intensidad de las operaciones de los diferentes negocios e industrias, ya que aseguró que se están realizando ajustes sobre la marcha en las jornadas de trabajo, especialmente a nivel de operación en plantas y operaciones físicas.

Costa agregó que hasta inicios de esta semana, un 80 % de las empresas afiliadas a la Cámara reportaron haber mantenido sus operaciones, aunque de dichas empresas un 35 % reportaron mantener una operación de hasta un 40 % de su capacidad instalada, y un 43% reportó haber logrado una
operación entre 41 % y 80 % de su operación ordinaria.

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"Si se considera esta muestra como una representativa de la operación industrial de Guayaquil, se espera que en la semana del 25 de mayo
hasta un 65 % de las empresas logren una operación entre un 41 % y 80 % de su actividad ordinaria previa a la emergencia sanitaria", proyectó la dirigente empresarial. (I)