Un informe de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) indica que la censura impuesta por las autoridades chinas al inicio de la epidemia de coronavirus COVID-19 pudo ayudar a la rápida expansión del virus en ese país y en todo el mundo.

Entre los ejemplos que da está que en la red social WeChat se suprimió varias palabras que aludían al virus el mismo día que el país comunicaba a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre una nueva neumonía nunca antes vista.

El reporte fue publicado esta semana, cuando los casos en todo el mundo pasaron los 500 000 y Estados Unidos e Italia ya superaron a China como los países con más infectados, y argumenta que si los medios de comunicación chinos habrían hablado del tema a la población más temprano, tal vez se tendría un mejor escenario actualmente.

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Esto es una crítica directa justo cuando se discute si un régimen autoritario de partido como el de China -el país ocupa el puesto 177 de 180 en libertad de prensa- había podido responder mejor con confinamientos más estrictos que las democracias liberales de occidente que sufren brotes incontrolables desde hace varias semanas, mientras China casi ha disminuido drásticamente los contagios diarios.

RSF también toma en cuenta que una investigación de la Universidad de Southampton indica que si China hubiera impuesto el confinamiento dos semanas antes de que lo hizo -22 de enero- habrían disminuido los casos en un 86%, tomando en cuenta que el primer caso fue conocido el 17 de noviembre en Wuhan y que un mes después ya tenían más de 60 casos.

“Si las autoridades no hubieran ocultado a los medios la existencia de un brote epidémico vinculado a un mercado muy popular, el público habría dejado de visitar este lugar mucho antes de su cierre oficial, el 1 de enero”, dice RFS, que también afirma que la falta de garantías de la reserva de la fuente evitó que más médicos informaran a los medios por temor a represalias.

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No fue hasta el 30 de diciembre que un grupo de médicos decidieron alertar que había un virus parecido al coronavirus SARS, que afectó al país a inicios de la década de los 2000. Varios de ellos fueron detenidos por crear "falsos rumores". Además fue cerrado un laboratorio que había publicado la secuencia del genoma del virus seis días después de descubrirlo, en enero.

Pese a que no se sabe qué hubiera pasado si se ponía más atención en el virus antes, con una libre información disponible las sociedades podían haber buscado más herramientas para protegerse y los líderes podían haber tomado más medidas en el tiempo oportuno. Siempre quedará la duda. (I)