Rusia anunció el martes que prohibirá la entrada de ciudadanos chinos a su territorio a partir del jueves, una nueva medida drástica para intentar frenar la propagación de la epidemia del coronavirus.

"La entrada de ciudadanos chinos a través de las fronteras rusas queda suspendida a partir del 20 de febrero para los viajes de negocios, viajes privados, estudios y turismo", indicó Tatiana Golikova, viceprimera ministra encargada de Salud, citada por las agencias rusas.

La medida entraría en vigencia a la medianoche hora de Moscú (2100 GMT), según el decreto firmado por el primer ministro Mikhail Mishustin.

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La decisión ha sido tomada "a causa del agravamiento de la epidemia en China y el hecho de que los ciudadanos chinos continúan llegando a territorio ruso", indicó Golikova, que encabeza el grupo de trabajo ruso de lucha contra el coronavirus.

La presencia de chinos en territorio ruso es muy numerosa, ya sea turistas, estudiantes o trabajadores. Los aeropuertos rusos son masivamente utilizados como punto de tránsito entre China y Europa.

Amenazas de deportación

Rusia además ha suspendido la mayoría del tráfico aéreo de China y el transporte ferroviario a China y Corea del Norte; además, ha cerrado su frontera terrestre con China y Mongolia. Además, suspendió la emisión de permisos de trabajo a ciudadanos chinos y pidió que los ciudadanos chinos que estaban estudiando en Rusia no regresen sino después del 1 de marzo.

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Hace pocos días, Mishustin advirtió que Rusia podría empezar a deportar a personas que tengan el virus.

El virus ha infectado a más de 73 000 personas en todo el mundo desde diciembre. (I)