La expresidenta de la Asamblea Nacional Gabriela Rivadeneira, asilada en México desde hace una semana, acusó al Gobierno de implementar “una dictadura de nuevo tipo”, que condujo al estallido de protestas sociales en octubre pasado.

“Lo que está haciendo el presidente Lenín Moreno, sus voceros y parte de su gabinete es implementar una dictadura de nuevo tipo que tiene que ser analizada porque ha roto con todo principio democrático y Estado de derecho”, dijo a AFP en una entrevista.

Que el gobierno de Moreno la presionó a salir de manera obligada de su país y asilarse en México, y que no ha “abandonado” su curul. “Fuimos electos por el pueblo ecuatoriano y ninguna de las causales establecidas, tanto en la norma interna como en la Constitución, establece que haber sido expulsada por el Gobierno sea una causal de destitución del cargo”, indicó Rivadeneira, de 36 años.

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Con ella otros tres diputados y dos exfuncionarios afines al expresidente Rafael Correa llegaron el 9 de enero a México en calidad de asilados, tras estar desde octubre refugiados en la Embajada mexicana en Quito.

“Muchos de los compañeros que hemos hecho en este tiempo vocería en contra del gobierno de Moreno, hoy se encuentran privados de su libertad, o con medidas sustitutivas o fuera del país (...). Es una línea clara para debilitar al movimiento Revolución Ciudadana en las próximas elecciones”, dijo Rivadeneira.

Protestas lideradas por indígenas contra el gobierno de Moreno por políticas económicas pactadas con el FMI generaron una crisis social en octubre, que dejó una decena de muertos, 1340 heridos y 1192 detenidos, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo.

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Entonces Moreno acusó a Correa, quien vive en Bélgica desde 2017, y al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de promover un plan de desestabilización contra su gobierno. Ambos líderes de izquierda niegan esos señalamientos.

Además de Rivadeneira, en el grupo de asilados figuran Soledad Buendía, su esposo, Edwin Jarrín, quien fuera secretario privado de Correa; Luis Molina, Carlos Viteri, la exviceministra Tania Pauker, esposa de Viteri; y Luis Flores, pareja de Rivadeneira.

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A su salida de Ecuador, el padre de Rivadeneira fue detenido por presuntos vínculos con una organización delictiva dedicada a la asociación ilícita, enriquecimiento privado no justificado y defraudación tributaria.

Fue liberado el sábado pasado, tiene prohibido salir del país y debe presentarse periódicamente a las autoridades.

Rivadeneira dijo que la detención de su padre es también una “persecución” del Gobierno. “No solo hacia mi persona, sino hacia mi esposo, hacia mis hijos menores de edad y mi familia con vehículos con vidrios polarizados, sin placas, personas encapuchadas forcejeando, ingreso a mi domicilio, interceptación de nuestras conversaciones, llamadas telefónicas (...), es decir un acoso”.

La asambleísta señaló que está en calidad de exiliada en México y que el Gobierno mexicano le otorgó ya la residencia oficial. “Temporalmente tenemos que estar lejos de nuestra tierra, eso no quiere decir que no sigamos trabajando fuerte en la organización política... Esperamos todos podamos regresar a nuestra patria, tan lejos es complicado”, concluyó. (I)

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