Creada en 1871 como una organización para reunir a fanáticos de las armas, la Asociación Nacional del Rifle (NRA) de EE.UU. transformó su perfil lúdico por uno más combativo en la década del 30, luego de que entraran en vigencia las primeras leyes que obligaban a tener permisos para comprar armas.

La NRA tiene alrededor de 5 millones de miembros. La organización publica revistas, realiza cursos de entrenamiento para usar armas, organiza ferias de venta de armas por todo el país e invierte millonarias sumas en campañas y lobby.

Sin embargo, pese a toda esa popularidad, tras los masivos tiroteos que se han registrado desde 1966 en Texas, que dejaron 17 muertos, hasta los de años recientes como el de Las Vegas que sumó 58 víctimas y más de 500 heridos, en 2017, la alarmante violencia que hay en EE.UU. ha hecho que se ponga en duda la libertad de los civiles para portar armas de fuego, basada en la Segunda Enmienda a la Constitución del país de 1791 y en la que la Asociación Nacional del Rifle basa su filosofía.

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“Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”, reza la enmienda. La frase ha sido vista como un derecho de protección y a la vez como algo peligroso y obsoleto que deja la necesidad de impulsar controles de antecedentes para compradores.

En EE.UU. hay mucha gente que decide su voto sobre el derecho a tener armas, y la NRA tiene una enorme capacidad de influir en ese voto”.

Estos controles amenazan a la NRA, pero su notable influencia en la política del país le ha sido favorable.

En el primer semestre del 2019, la NRA gastó $ 1,6 millones para cabildear contra controles de antecedentes de compradores de armas, según CNBC. También, en 2016 gastó $30 millones en impulsar la candidatura de Donald Trump tanto en apoyo como en publicidad negativa para la demócrata Hillary Clinton.

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Y entre el 2000 y 2012 la NRA y sus aliados de la industria de armas volcaron $ 80 millones en campañas políticas, según el Center for Responsive Politics.

Este tipo de aportes también financian la labor de congresistas, 81 republicanos a favor de las armas son los que reciben más fondos. La organización valora a los políticos según su postura con las armas.

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Sin embargo, pese a todo el apoyo sus finanzas están complicadas. Una auditoría obtenida por OpenSecrets señala que la NRA tuvo un déficit de $ 31,8 millones en el 2017, tras un rojo de $ 14,8 millones en 2016 por su apoyo a Trump.

El jefe de la organización, Wayne LaPierre, aparece implicado en investigaciones. En 2015, la NRA recaudó $ 95 millones de contribuciones de miembros, de los cuales más de cinco fueron a parar a LaPierre. Una investigación de The Wall Street Journal descubrió que, en mayo del 2018, la NRA prometió comprar al jefe una mansión de $ 6,5 millones en Dallas.

Estas acciones de LaPierre han generado conflictos en la cúpula de la NRA, y la fiscalía de Nueva York está investigando la posible apropiación de fondos sin ánimo de lucro por parte de sus altos miembros, según publica El Confidencial.

La NRA, un controvertido actor activo en el debate sobre el control de armas, defiende su argumento de que las armas hacen a EE.UU. más seguro.

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Los tiroteos del pasado 3 de agosto en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, que dejaron 32 muertos, hicieron que Trump inste con urgencia a congresistas demócratas y republicanos a unirse para tomar acciones.

Pero poco después el mandatario repitió un lema de la NRA, cambiando lo que había dicho antes. “La enfermedad mental y el odio aprietan el gatillo, no las armas”, afirmó el mandatario.

LaPierre había dicho previamente que la NRA “se opone a cualquier legislación que infrinja injustamente los derechos de los ciudadanos”.

Según una investigación de The Washington Post, la NRA ha interferido a lo largo de los años para frenar investigaciones sobre control de armas, ha movido influencias en la aprobación de leyes y ha respaldado o rechazado a políticos.

Un informe de la ONG Gun Violence Archive revela que en lo que va este año, hasta el viernes pasado, se han registrado más de 41.700 incidentes en el país, relacionados con armas de fuego y que han dejado unos 11.000 muertos. (I)