Jorge Homero Yunda Machado, nuevo alcalde de Quito, es polifacético. Casi un hombre orquesta. Nació en Guano, Chimborazo, hace 54 años, se graduó de médico en la Universidad Central del Ecuador; y también es radiodifusor, músico, productor y presentador de programas de televisión, empresario, voleibolista, aficionado a los canes y político.

Y hasta pasó por la dirigencia deportiva como presidente de su club de fútbol favorito, El Nacional, que tradicionalmente fue manejado por militares.

Sus allegados ven que lo que más le apasiona es la radio. Locuta en Radiación temprana, programa en radio Canela que no tiene guion y combina música, humor y llamadas del público. Ahí se convierte en Lorohomero, apodo que le puso su abuela, en alusión a su gusto por hablar, hablar y hablar...

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Su afición por esa actividad empezó cuando era universitario. Trabajó en las radios Jesús del Gran Poder, Francisco Stereo, América, Cordillera y ahora en Canela.

Y podría decirse que eso lo condujo a la política. En el 2006 se vinculó a la campaña presidencial de Rafael Correa. Lo entrevistaba con frecuencia.

Ya en el poder, Correa lo nombró presidente del Consejo Nacional de Radiodifusión (Conartel), lo que le fue cuestionado por tener intereses en la adjudicación de frecuencias.

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Investigaciones de Fundamedios lo señalan como uno de los principales “acaparadores” de frecuencias de radio.

Según esos documentos, “en el Grupo Canela Yunda es accionista junto con su madre, Beatriz Machado Orozco, y su hermana, Lilia Yunda Machado. Entre las trece empresas son concesionarias de 50 frecuencias de radio. El modo de operar es el mismo. Los primeros meses de la venta se mantiene como representante legal al concesionario original de la frecuencia; luego de dos años se hace el traspaso legal a uno de los familiares o trabajadores de confianza de Yunda”.

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En octubre pasado, la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) ordenó la reversión de frecuencias de Canela Radio y Televisión en varias provincias, por un informe de la Contraloría con presuntas irregularidades en el concurso de frecuencias que impulsó el Gobierno anterior. Yunda ha dicho que ya no es dueño de esos medios, sino de su marca y productor de sus programas.

En 2008 dejó el Conartel luego de que la Procuraduría determinara que los organismos de control que funcionan como cuerpos colegiados no podían tener integrantes con intereses al área respectiva.

Pero no se desvinculó de Alianza PAIS: el 2014 fue electo legislador por Pichincha.

Cuando se produjo la ruptura entre correístas y morenistas, dijo que se sentía como cuando los padres se divorcian y el niño no sabe “si irse con el papá o la mamá”. Al final siguió en AP, pero no fue su carta para la Alcaldía: terció por el movimiento Unión Ecuatoriana, fundado por el exfiscal Washington Pesántez, quien dice que Yunda se le acercó y le planteó ser candidato, que este no “estuvo contaminado” por el correísmo y que es una persona representativa de sectores populares que nunca gobiernan y que han permanecido postergados.

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Como parte de la transición recorrió el Metro de Quito con el alcalde Mauricio Rodas. Y no dejó el humor: “Se va el canguil, llega el chulpi, y yo le voy a contratar al Morocho”. (I)