Perú inició una ofensiva contra la minería ilegal en una región del Amazonas que alberga una enorme biodiversidad, después de que la deforestación por la extracción de oro alcanzó un máximo histórico en 2018.

En un operativo sin precedentes, unos 1.500 policías y militares de Perú tomaron el control de varias localidades en la región amazónica de Madre de Dios, vecina a Brasil y donde operan mineros ilegales que talan bosques y contaminan la zona con mercurio tras sacar oro.

Para ello, el presidente Martín Vizcarra suspendió por 60 días las libertades civiles en cuatro distritos de Madre de Dios, donde se ubica la reserva Tambopata al sureste de Perú, y encargó la seguridad y restablecimiento de la ley a las fuerzas de seguridad, dijo el Gobierno.

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La deforestación de la minería de oro alcanzó niveles récord el año pasado en el sureste de Perú con 9.280 hectáreas, sobre las 9.160 de 2017, dijo en enero un informe del Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina, que utiliza imágenes satelitales para rastrear la deforestación. (I)