En diciembre pasado, la empresa Click Report realizó una encuesta sobre temas relacionados con política, familia, machismo y sexualidad.

Se encuestó a 760 personas entre Guayaquil y Quito, las dos ciudades más pobladas del Ecuador.

Uno de los planteamientos fue ¿está de acuerdo o en contra de que la mujer o el hombre se masturbe? El 72% de los encuestados se mostró en desacuerdo de que una mujer lo haga. En cambio, el 68% dijo que era “moralmente incorrecto” que el hombre se masturbe.

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Aunque estas cifras altas mostrarían un rechazo a la masturbación, el psicólogo Germánico Zambrano afirma que lo que revelaría el estudio es el sentimiento de culpa que tienen las personas al momento de explorar su cuerpo.

Esos datos no significan que la gente no se masturbe, sino que no lo admiten que es diferente. La masturbación ayuda al autodescubrimiento, en especial en los adolescentes. Esto ayuda a armonizar y a sentirse contento, satisfechos que parte de su cuerpo les produce placer, sentirse varón o mujer va a construir a su identidad, no es algo negativo”, sostiene.

Incluso, según Zambrano, el nombre ‘masturbación’ está en debate: “Se está tratando de desmitificar o cambiar la carga peyorativa de masturbarse, ya que el término significa turbarse con la mano, turbar la mente. Ahora se habla mejor de autoerotismo, porque no es una turbación mental”, indica.

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Si bien masturbarse no debe catalogarse como malo o inmoral también hay que evitar una adicción, afirma la psicóloga Diana Vítores.

Cuando se vuelve compulsiva, cuando no se puede parar, se lo quiere hacer en cualquier lugar y si se tienen periodos de abstinencia, la persona se pone muy irritable, se pone muy fastidiosa, se pone muy mal, eso es ya una adicción”. afirma.

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En cambio, el psicólogo Eduardo Tigua dice que sobre la masturbación se han creado mitos que pueden llegar a afectar el estado mental de la persona.

Si un individuo que le han inculcado de pequeño que si se masturba se quedará patucho, que se hará loco, que Dios lo va a castigar, cuando finalmente se masturba cargará con un sentimiento de culpa terrible y se va a desacomodar mentalmente”, sostiene.

Zambrano afirma que tanto la masturbación como la pornografía en una pareja pueden ayudar a la relación.

“Habrá ocasiones en que la persona no quiera tener relaciones sexuales o que la mujer esté con el periodo o el hombre llegue cansado del trabajo, entonces la masturbación es una opción. Y la pornografía si se habla entre los dos y se acepta como un mecanismo para mejorar la actividad sexual no es nada malo, pero todo dependerá de la comunicación que haya entre la pareja”, señala. (I)

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