La decisión de Rafael Correa de no volver al país a enfrentar su enjuiciamiento para que no “lo masacren” lo convierte en el cuarto expresidente que se va o permanece en otro país para eludir el riesgo de ir a la cárcel. Así se suma a Abdalá Bucaram Ortiz, que estuvo veinte años en Panamá esperando a que sus procesos prescriban; a Jamil Mahuad, que nunca regresó de Estados Unidos, y a Gustavo Noboa, que pasó un año y medio en República Dominicana.

Lucio Gutiérrez estuvo en el exilio unos seis meses luego de ser derrocado del mandato en el 2005, regresó y estuvo cinco meses preso y salió de la cárcel directamente a hacer de nuevo política. No volvió a ganar.

Gutiérrez pasó cuatro meses en el expenal García Moreno y el ministro de Gobierno era Galo Chiriboga (en el régimen de Correa fue fiscal general), quien en el 2005 consideraba que la entrega de Gutiérrez buscaba “tribuna” y “show”, y que no iba a la Cárcel 4 porque no merecía privilegios. (I)