Antes de las elecciones presidenciales en Brasil, analizaron a qué candidato respaldar entre los 13 en la contienda. De algo estaban seguro: No votarían por el ultraderechista Jair Bolsonaro ni por Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), plagado por escándalos.

Pero fueron precisamente esos dos candidatos los que pasaron a la segunda vuelta del 28 de octubre y no está feliz con ese escenario.

“Me gustaría poder apoyar a un buen candidato en lugar de tener que escoger entre el menor de dos males”, dijo Peter Rooker, un promotor de eventos de 22 años en la ciudad sureña de Curitiba.

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Veinticinco por ciento de los votantes apoyaron a uno de los otros candidatos en la primera ronda el 7 de octubre. Como votar es obligatorio en Brasil, esos votantes tienen ahora que escoger entre Bolsonaro y Haddad, en una elección que según sondeos ganará el primero.

“Los votantes centristas están huérfanos” en estos momentos, dijo Carlos Pereira, analista político del centro de estudios Fundación Getulio Vargas, en Río de Janeiro.

Muchos brasileños están expresando su desdén por los candidatos. Tras la primera ronda, algunos usuarios de Facebook añadieron un marco con la leyenda “Él no” en sus perfiles, refiriéndose a Bolsonaro, mientras que otros colocaron carteles que decían “No el Partido de los Trabajadores” o “Prefiero pagar una multa que votar”.

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“Me siento sucio votando por el Partido de los Trabajadores (...), pero Bolsonaro es peligroso”, dijo Rooker, que votó por el centroizquierdista Ciro Gomes en la primera vuelta. Gomes terminó tercero.

Para Anna Caroline Viana, estudiante de 21 años de Brasilia, pasar de Gomes a Haddad no es tan difícil. Aunque no quiere ver al PT en el poder, no está opuesta a Haddad, un exprofesor universitario y exministro considerado moderado.

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Otros prefieren, pese a sus comentarios misóginos y racistas, votar por Bolsonaro. “Aun así, fue una decisión fácil. Mi voto es contra el Partido de los Trabajadores por su historia de corrupción y su historial de izquierda”, dijo Ortolan, de la ciudad suroriental de Campinas.

“Gane quien gane, va a haber un caos porque una enorme porción de la sociedad estará insatisfecha”, indicó Elizabeth Muller, de 58 años, quien se adhiere más por Bolsonaro.

Cifras
En la primera vuelta de las elecciones en Brasil, más de 40 millones de votantes no escogieron candidato. 20 % dijeron que pagarían una multa de 1 dólar en lugar de votar –la mayor tasa de abstención desde 1998–. Casi 9 % entregaron boletas en blanco y el sondeo más reciente de Ibope apunta a un porcentaje similar en la segunda vuelta. (I)