En 1999, en el régimen de Jamil Mahuad, un convenio con Estados Unidos dio inicio a la colaboración de militares estadounidenses que se apostaron en la Base de Manta por 10 años.

Y tras asumir el poder, Rafael Correa anunció que este no se renovaría argumentando que afectaba la soberanía de Ecuador. En la Constitución aprobada en 2008 se introdujo la prohibición de bases extranjeras en el país.

Diez años después, Ecuador vuelve a aceptar la colaboración internacional para la lucha contra el narcotráfico, pero esta vez no a través de una base aérea extranjera en territorio ecuatoriano, sino con sobrevuelos de la aeronave P-3 Orion que arribó a las 17:05 de ayer a Guayaquil y hoy abre su periodo de vuelos de reconocimiento.

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En el vuelo inaugural estará la ministra del Interior, María Paula Romo, que ayer estuvo en Guayaquil y descartó que la llegada de la aeronave signifique una intervención extranjera. La cooperación de Estados Unidos responde a un convenio.

El comandante general de la Fuerza Naval, Renán Ruiz, dijo que los vuelos serán básicamente de exploración aeromarítima y que oficiales ecuatorianos estarán en la tripulación.

El Ministerio de Defensa informó que los vuelos serán hasta el 11 de septiembre. El viceministro Diego Gómez señaló que el enemigo de ahora no tiene territorio, sus crímenes son transnacionales y por ello se requiere de una coordinación multilateral en seguridad por parte de varios países.

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Tras descartar que se trate de una nueva base militar como fue la de Manta, expresó que los vuelos serán coordinados con el Ministerio de Defensa y los delitos que se buscan combatir con esta aeronave son: crimen organizado, narcotráfico, tráfico de personas, pesca ilegal, contrabando y, en casos especiales, búsqueda de aeronaves y embarcaciones en apremio.

La operación de la aeronave será en la pista de Guayaquil y las pistas de emergencia serán Salinas y Baltra.

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La información obtenida en cada vuelo será remitida a Ecuador inmediatamente.

Un equipo con la Fuerza Naval, Policía Nacional y Fuerza Aérea que participará en el vuelo, un operador de la Armada va a monitorear en las pantallas y a pedido del equipo de Ecuador se podría alterar los patrones de vuelo, si es necesario.

El comandante general de la Fuerza Aérea, Patricio Mora, explicó que los vuelos preliminares se dan con el fin de poner a prueba los protocolos operativos acordados.

El acuerdo entre los dos países todavía no está suscrito, en principio, se prevé que la permanencia del avión estadounidense sea temporal, siete días por visita, aunque todavía no se define si sería mensual, bimensual o trimestral. Tampoco el número de tripulantes que vendrán de Estados Unidos. Cuando funcionaba la Base de Manta llegaron a operar desde ahí 180 estadounidenses.

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Los vuelos que re realizarán ahora serán exclusivamente sobre el mar, no territoriales ni para operar sobre la frontera norte. (I)