El exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva será registrado este miércoles como candidato para las presidenciales de este año, pese a que enfrenta una sentencia de 12 años de cárcel por corrupción y varios procesos vinculados a sobornos.

Miembros destacados del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula están organizando una marcha en Brasilia para registrar la candidatura ante las autoridades electorales, a solo horas de que venza el plazo límite, dijeron funcionarios del partido.

A comienzos de mes, el PT nominó al político como su candidato para las presidenciales de octubre pero se prevé que el tribunal electoral lo excluya porque la legislación del país margina a candidatos cuya condena se haya ratificado en una apelación, que es la situación de Lula.

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El exmandatario está en prisión desde abril, pero aún lidera todas las encuestas electorales.

El PT echará mano de todos los recursos disponibles para retrasar cualquier decisión final sobre el registro de Lula, y decir que él es su único candidato. Fuentes dijeron que el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad tomaría el lugar de Lula en los comicios si su inscripción no tiene éxito.

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Hacia el mediodía, diez de los trece candidatos ya se habían registrado, entre ellos el ultraderechista Jair Bolsonaro (PSL), líder en las encuestas sin Lula; el exgobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin (PSDB, centroderecha) y el exbanquero Henrique Meirelles (MDB, centroderecha), candidato del impopular presidente Michel Temer.

Lula gobernó Brasil durante dos períodos entre 2003 y 2011 y dejó el cargo con un índice de aprobación récord del 87 por ciento gracias a una economía floreciente y programas sociales que sacaron a millones de brasileños de la pobreza.

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Pero su popularidad se vio afectada por acusaciones de corrupción y escándalos en los que se vio implicado su partido. El PT fue dejó el poder en 2016 cuando se destituyó a la sucesora de Lula, Dilma Rousseff, tras acusaciones de violar las leyes de presupuesto del país.

El TSE, que tiene como máximo hasta el 17 de septiembre para decidir el futuro de Lula, tardará unos días, sino semanas, en dar su veredicto.

La nueva presidenta del TSE, Rosa Weber, recordó que cualquier candidatura puede ser invalidada "de oficio", aunque no sea cuestionada por el Ministerio Público o por algún partido o candidato.

El PT insiste sin embargo en que Lula puede disputar las elecciones aunque sea rechazado por el TSE, "presentando recursos plausibles", y recuerda que, en las municipales de 2016, 145 candidatos a alcalde pudieron hicieron campaña con sus registros invalidados.

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Si la candidatura de Lula es efectivamente invalidada, el PT tendría entonces poco tiempo para hacer campaña por Haddad, con la incógnita de si lograría transferirle los votos del carísmático exmandatario.

Aún así, las encuestas muestran que cerca de un tercio de los brasileños votaría por Lula si se le permite competir, casi el doble de su rival más cercano, el candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro, y muchos de sus seguidores votarán por quien lo reemplace en la carrera. (I)