Golpes y abusos de fuerzas paramilitares, denunciaron ayer jóvenes nicaragüenses al ser liberados tras su detención en la oleada de protestas contra el gobierno de Daniel Ortega.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció que la “acción represiva del Estado” en Nicaragua deja 212 muertos en dos meses, en un informe que presentó ante el Consejo Permanente de la OEA en Washington, en el que consignó graves violaciones a los derechos humanos por parte del Gobierno.

“El Estado de Nicaragua violó los derechos a la vida, integridad personal, salud, libertad personal, reunión, libertad de expresión y acceso a la justicia”, acusa el informe.

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El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, rechazó el informe por considerarlo “subjetivo, sesgado, prejuiciado y notoriamente parcializado”.

El informe de la CIDH será clave para que los obispos convoquen la próxima semana, como mediadores, nuevamente al diálogo entre el gobierno y sus opositores, que busca una salida a la turbulencia de este empobrecido país.

La Iglesia y la OEA han llamado al presidente a permitir elecciones generales anticipadas en marzo del 2019 para aliviar la tensión. El Gobierno no ha respondido.

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En tanto, entre llantos y abrazos de sus familiares, 15 jóvenes detenidos en las protestas fueron liberados por la policía en Managua y 11 en Masaya. (I)