“Cuando Rafael Correa era presidente de la República si no obedecíamos, teníamos un problema seguro”. Con esa frase se iniciaron ayer las casi cinco horas de testimonio anticipado que dio Raúl Ch., agente de la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain) desde 2010, dentro del proceso que se sigue por el presunto secuestro de Fernando Balda, en Colombia.

La experiencia en seguridad electrónica del agente le hizo empezar en la Senain identificando tuiteros que se manifestaban contra el Gobierno.

Por ello, el 3 de mayo de 2012, Pablo Romero, titular de la Senain, le encomienda su primera misión: ir a Medellín con una invitación para infiltrarse en una reunión en la que estarían el expresidente de Colombia Álvaro Uribe y opositores ecuatorianos, como Balda.

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Raúl Ch. contó que hizo contacto con Balda, quien le planteó que tenía equipos para piratería informática que le podían interesar. Él se presentó como empresario dedicado a la seguridad electrónica y habló varias veces con el activista hasta el 7 mayo de 2012.

Los videos, fotos y audios que Raúl Ch. consiguió en esa reunión fueron entregados en el informe 001 a Romero. “Hermano, en este momento le doy a conocer al presidente”, le dijo su superior, y dos días después le señaló: “Ratón (como le decían a Raúl Ch.), el presidente está muy agradecido de la información que le trajiste”.

Lo importante es que se conoció por qué viajó Raúl Ch. a Colombia, qué clase de objetivo pasó a ser Balda y cuándo la operación cambió de objetivo y decidieron traerlo como sea.Diego Chimbo, abogado de Raúl Ch.

Estos datos, según el agente, habrían sido expuestos por Correa en la sabatina del 2 de junio de 2012. Mayo de 2012 se cerraba con dos visitas de Raúl Ch. a Colombia y con un envío de $ 2.000 a Balda para la supuesta negociación.

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El 5 de junio de 2012, Raúl Ch. regresa a Colombia y le dicen que tenga cuidado pues también estaría en Bogotá Rommy Vallejo, asesor de Correa. Al día siguiente se entera de que se había dado un operativo junto a la Policía colombiana para detener a Balda, pero lo liberaron porque hizo unas llamadas “de alto nivel”.

Para el 29 de junio, el agente vuelve a Bogotá, pero esta vez acompañado de Jessica F., otra procesada en el caso.

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Para el sexto viaje del agente, el 6 de agosto de 2012, la misión cambia y se llama operación Wilson o Balón. Romero le explica a Raúl Ch. que Correa está molesto por lo que Balda dice en redes sociales. Y que habría dispuesto de que se traiga a como dé lugar a Balda.

Como Raúl Ch. mostraba desconfianza de la orden, Romero habría llamado a Correa y le dejó que este hablara en el altavoz. El presidente le habría dicho que “el flaco” (Romero) ya sabe lo que van a hacer y que tiene todo su apoyo político, económico e institucional.

El 9 de agosto de 2012, Raúl Ch. paga $ 28.000 a unos militares para trasladar a Balda desde Bogotá hasta un cuartel en Ipiales. Ahí lo dejarían y autoridades ecuatorianas se encargarían de él.

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El 13 de agosto, Raúl Ch. se entera de que la operación falló, pues Balda lo llamó a decirle que luego de que se separaron en la noche le hicieron el denominado ‘paseo millonario’ y que le robaron los $ 3.000 que él le había dado. El agente dejó al siguiente día Bogotá.

Ayer desaparece Raúl Ch. de la cárcel 4 y nadie sabe a dónde fue. Hoy aparece con un libreto aprendido con fechas, horas, días con precisión, cuando no puede recordar su número de teléfono.Caupolicán Ochoa, abogado de Correa.

La primera llamada que recibió en Quito fue la de Romero preguntando qué pasó en Bogotá y que esté pendiente que le va a llamar “Carlitos”, seudónimo con el que este identificaba a Correa. La siguiente fue la del general Diego Mejía.

Pensando que era Mejía quien lo seguía llamando de un número desconocido, Raúl Ch. no contestó cinco llamadas. Al hacerlo, era Correa preguntándole si él estaba bien.

Correa habría tratado de calmarlo: “Tranquilo, compañero, todo va a estar bien, el flaco ya tiene instrucciones. Usted tiene todo el apoyo político, económico e institucional”. (I)

Lo que se sabe

Reacción de Correa
El exmandatario Rafael Correa desmintió ayer que como presidente se haya comunicado con el expolicía Raúl Ch. por el secuestro de Balda. “Brillante! Realmente ya insultan nuestra inteligencia...”, sostuvo a través de Twitter. Manifestó, además, que “dolosamente” confundieron la Dirección Nacional de Inteligencia, de la Policía, con Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain). “Incluso llegaron a decir que los cheques eran de la Presidencia...”.

Llamada a Romero
Jessica F. en su testimonio anticipado dijo que no supo de la operación para traer a Fernando Balda a Ecuador hasta un día antes de que se diera la acción. Aseguró que llamó a Pablo Romero para exigirle respuestas, porque ella no fue para realizar esas acciones que sabía no son legales en territorio extranjero.

Dinero en efectivo
Raúl Ch. dijo que el dinero usado en su viaje a Colombia por el tema de Fernando Balda le fue entregado en efectivo por la Senain. Dijo que en esta operación se usaron $ 60.000 y que de la misión no tenía conocimiento el también procesado Jorge E. y que nunca le dio parte de los hechos en Colombia al general Fausto Tamayo, exdirector de Inteligencia de la Policía.

Cartas de Raúl Ch.
Raúl Ch. aseguró que ante las misivas que envió a la Presidencia pidiendo ayuda por los procesos judiciales en el caso Balda, el 30 de diciembre de 2015 recibió respuesta por escrito de Alexis Mera, secretario jurídico de la Presidencia. En un papel sellado, Mera le habría dicho que eso tenían que solucionarlo las instituciones anexadas. (I)

horas duró la diligencia en la que ayer declaró Raúl Ch.