En una Colombia agitada por cambios, como el histórico acuerdo de paz con las FARC, que ahora están más en la incertidumbre; y con los anuncios del ingreso del país cafetero a la OCDE y a la OTAN, unos 36 millones de electores están llamados a elegir al nuevo presidente, entre cinco opciones, dos de los cuales, los favoritos, representan los extremos.

En medio de la polarización hay el temor de que la derecha desmantele el pacto de paz con la exguerrilla y el miedo a que la izquierda provoque una crisis tanto económica como social por un cambio de modelo.

Si ningún candidato obtiene más del 50 % de votos, se realizará una segunda ronda el 17 de junio. El derechista Iván Duque, apoyado por el expresidente Álvaro Uribe, que ha prometido recuperar la autoridad y modificar el acuerdo de paz, lidera los sondeos.

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Le sigue el izquierdista Gustavo Petro, un exalcalde de Bogotá que promete defender al acuerdo de paz y recortar la brecha social con ideas que generan temor entre los empresarios, como la compra de tierras por parte del Estado a terratenientes.

En las calles hay incertidumbre. “El uno dice que yo con aguacate puedo resolver todo”, dice Dan Marín, un artista de 34 años, imitando a Petro que ha prometido cultivar más aguacates y liberar a Colombia de su dependencia de la venta de combustibles fósiles. “(El otro) que no, yo con petróleo”.

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La campaña avivó los miedos a la izquierda y derecha, y una vez más polarizó al país. Por primera vez en la historia reciente de Colombia, los votantes no están enfocados en la guerra, sino en temas como la corrupción, la economía y su cansancio con la clase política.

“Estamos hablando de muchas cosas que solían ser parte de un acuerdo bipartidista en Colombia”, dijo Sandra Borda, profesora de Ciencias Sociales en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en Bogotá. “Ahora es diferente”.

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Duque es considerado el candidato a vencer, pero en un vuelco inesperado, Petro lo sigue de cerca. El exguerrillero ha prometido un cambio al modelo económico de Colombia, atrayendo a votantes jóvenes.

Tres candidatos más se mantienen cerca de los punteros y junto con Duque advierten que votar por Petro podría inclinar peligrosamente a Colombia hacia la izquierda y sacudir los mercados de una de las naciones más conservadoras de América Latina.

“Estas son elecciones de cambio en Latinoamérica”, dijo Michael Shifter, presidente del centro de análisis Diálogo Interamericano, con sede en Washington.

Colombia tiene uno de los niveles más altos de desigualdad en la región, solo por detrás de Haití, según un estudio, y tanto políticos como grupos armados lo han hecho un elemento de campaña durante varios momentos de la historia del país.

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“Estas elecciones son las más importantes que nosotros hemos vivido desde que tenemos conciencia política”, dijo Jorge Valderrama, jefe de la unidad del banco europeo BNP Paribas para Colombia, Centroamérica y el Caribe. “El modelo de país se va a decidir”.

49 millones de habitantes es la población que tiene Colombia.

Seguridad
El Gobierno desplegó 155.000 policías y militares para garantizar la seguridad, junto con comisiones para prevenir delitos.

Economía
La cuarta economía de América Latina –con un PIB de $ 324.000 millones– recortó en los últimos dos años a la mitad el ritmo promedio de crecimiento anual de las últimas tres décadas. (I)