El ministro de Agricultura, Rubén Flores, reconoce que el sector agropecuario requiere de rieles para que ‘vuele’, porque se ha perdido mucho tiempo. En su gestión de casi cuatro meses asegura que trabaja por llegar con las ayudas, como los kits subsidiados, de forma directa, sin clientelismos.

En los diálogos con las organizaciones sociales se demandó equidad en la distribución de la tierra. ¿Cómo se arranca?

Si uno revisa históricamente la ley de la reforma agraria de 1964, la de 1974, la ley de modernización de 1996, todo este marco legal trata el tema estructural de la tenencia de la tierra de una manera débil... Cuando el presidente (Lenín Moreno) habla del pago a la deuda a nuestra agricultura, se refiere a la Gran Minga Agropecuaria que tiene un eje que es justamente el acceso a la tierra... Hay un problema bien serio de legalización... Hay un esfuerzo también de redistribución. Ya tenemos líneas realizadas en la administración anterior de algunas tierras que estaban a cargo de la AGD (otrora Agencia de Garantía de Depósitos) con las que de una u otra manera estamos consolidando el acceso a las organizaciones sin tierra...

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¿Cómo evalúa el nivel de productividad del campo?

Estos son los problemas reales de fondo que hay que cambiar... Hablemos del arroz. Hemos llegado con un esfuerzo importante a tener cinco toneladas promedio por hectárea (ha). Perú tiene nueve, Colombia, siete... En el cacao, África con 40 años de producir tiene 8.000 kilos por hectárea y nosotros 3.000 con 250 años de producirlo. Algo estamos haciendo mal. Y ese algo que estamos haciendo mal no es de ahora ni del Gobierno anterior...

Se tumba el banano para poner cacao, palma y luego no hay quien compre.

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(...) No ha habido planificación agropecuaria en este país. Primero, no hemos tenido un olfato de entender qué es lo que quiere el mercado. Con la ley del banano vigente desde hace 20 años tenemos prohibido incorporar hectáreas de banano, pero en la vida real se incorporan, se montan y se bajan hectáreas... En Ecuador hay 25 millones de hectáreas, de esas 13 millones están en producción agropecuaria, la mitad de ellas está en pastos, cerca de 2 millones están en cultivos permanentes, 1,2 millones están en cultivos de ciclo corto, pero esa estructura de uso del suelo no responde al aprovechamiento potencial...

¿Qué de diferente tiene la política actual de dar créditos de las anteriores?

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Dos diferencias inmensas y cojo los dichos populares de los campesinos que cuando hablaban del Banco de Fomento (hoy en liquidación) decían que era el banco del tormento. Cuando se trataba de entender eso había dos cosas. Uno, el costo de transacción elevadísimo que era obtener un crédito. Cuando hicimos los estudios eran de cerca del 28%. Detrás de esto estaban las firmas, las garantías, las visitas, el oficial, la gasolina para el carro, el cebichito más el número de visitas que hacía el agricultor, seis, siete meses, era la política perfecta del absurdo, crédito inoportuno... La creación de Ban-Ecuador es correcta... Es un cambio estructural...

¿Cuánto demora ahora la entrega de los créditos? Hay campesinos que llevan meses esperando.

Siempre. El Ecuador es la voz del lamento en el campo. Propongo la voz de la acción. (...) habrá agricultores que se quejarán, pero tenemos evidencia de que nuestro crédito hoy sale en tres días. Tenemos todo un esfuerzo de cambio tecnológico... Ahora muchos agricultores dicen que demora, pero a veces no es un problema del banco. Detectamos que el mayor costo de transacción está en los municipios cuando tienen que ir a ver las escrituras y legalizarlas... Allí a veces se toman tres meses... (I)

En el banano, nuestro nivel de productividad en promedio llega a dos mil cajas por hectárea. El promedio de Guatemala y Costa Rica está en tres mil hectáreas”.

 

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