EE.UU. buscaba ayer explicaciones al tiroteo en una escuela secundaria en Florida que dejó 17 muertos el miércoles, en una nueva masacre en un centro educativo que conmueve al país, mientras el presidente Donald Trump evita mencionar el polémico tema del acceso a las armas y culpa a los problemas mentales del hecho.

En un discurso a la nación, atónito luego del tiroteo número 18 en lo que va del año en una escuela, el mandatario llamó a la unidad e invocó el amor ante el odio, pero no dijo nada sobre el control de la tenencia de armas. En cambio prometió poner énfasis en la atención de la salud mental después de que un adolescente, Nikolas Cruz, ‘perturbado’ con una obsesión por las armas de fuego, abrió fuego contra estudiantes y adultos de la escuela Marjory Stoneman Douglas en Parkland, a 80 km de Miami.

Cruz, de 19 años, es un exalumno de la escuela y ayer fue inculpado de 17 cargos de homicidio premeditado.

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Más temprano en Twitter, el presidente, que fue elegido con el apoyo de la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA), exigió saber cómo un “perturbado mental” logró llevar a cabo la masacre.

Pero no cuestionó que el tirador tenía un rifle de asalto semiautomático a una edad en la que muchos estadounidenses tienen prohibido comprar una cerveza o cigarrillos.

Esta matanza del Día de San Valentín, como se la ha bautizado, ha vuelto a poner sobre el tapete la epidemia de violencia armada en el país y el fácil acceso a las armas de fuego, que dejan 33.000 muertes anuales.

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El País informó que según la organización Gun Violence Archive, este tiroteo se añade a una cifra sorprendente de la epidemia de violencia en el país, ya que solo en lo que va del 2018 han muerto 1.816 personas y 3.125 fueron heridas por violencia armada.

Rick Scott, gobernador de Florida, pidió una “verdadera conversación” sobre las armas.

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Atacante

Cruz “era raro” y los estudiantes comentaban que parecía alguien a punto de perpetrar una matanza, dijo un sobreviviente. “Era callado, la gente lo acosaba de vez en cuando y había rumores sobre él, como que estaba planificando un tiroteo en una escuela”, contó Manolo Álvarez, de 17 años. “Pero nadie lo creía. Pensábamos que eran solo rumores hasta que, tristemente, sucedió”.

En las redes sociales, Cruz exhibía una obsesión con armas de fuego y cuchillos, y según testimonios de sus excompañeros de colegio, mostraba un comportamiento agresivo que motivó su expulsión en 2017.

Cruz y su hermano habían sido adoptados en 1998, pero luego sus dos padres adoptivos fallecieron, él en 2004 y ella en noviembre pasado, reportó el diario Miami Herald. Nikolas se fue a vivir con la familia de un compañero de clase. El joven acudía a una escuela secundaria pública y trabajaba en una tienda cercana, añadió.

La Policía halló en su casa municiones para armas semiautomáticas y un poderoso fusil AR-15.

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El FBI había sido alertado sobre Cruz por el youtuber Ben Bennight en septiembre pasado, cuando un Nikolas Cruz publicó un comentario anunciando: “Voy a ser un tirador escolar profesional”. Bennight contactó a responsables de YouTube y del FBI. Agentes lo visitaron por más datos, pero él no lo conocía.

Víctimas y héroes

Durante el ataque de Nikolas Cruz a la escuela, dos profesores salvaron la vida de estudiantes, pero murieron al hacerlo. Aaron Feis era entrenador auxiliar del equipo de fútbol americano, y se enfrentó al atacante cuando le iba a disparar a una alumna, ella pudo escapar. Mientras que Scott Beigel, profesor de geografía, abrió la puerta de su aula para que entraran estudiantes que huían del agresor, quien le disparó cuando este cerraba la puerta. Además murió el director de atletismo del colegio. Otras doce víctimas eran adolescentes. Aún faltan de reconocer dos cuerpos.

Tantas señales de que el tirador de Florida sufrió una perturbación mental, incluso fue expulsado de la escuela por comportamiento errático. Los vecinos y compañeros de clase sabían que era un gran problema.Donald Trump, presidente de EE.UU.

(I)