El Gobierno de Venezuela y la oposición retomaron ayer el diálogo, en República Dominicana, que busca mitigar la crisis en el país petrolero, y con la mira puesta en las elecciones presidenciales de 2018 que los críticos de Nicolás Maduro ven como una oportunidad para arrebatarle el poder.

El presidente dominicano, Danilo Medina, encabeza la mesa de negociación, compuesta también por cancilleres y otros acompañantes internacionales participan hasta hoy en las conversaciones.

Entre las principales demandas, la oposición busca garantías para participar en las presidenciales, la apertura de un canal humanitario para mitigar la escasez de alimentos y medicinas, la liberación de los “presos políticos” y la restitución de las facultades del Parlamento que, desde que es dominado por la oposición, no ha podido aprobar una sola ley.

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El Gobierno socialista, por su parte, busca que la oposición apoye el cese de las sanciones internacionales que le han dificultado pagar multimillonarios compromisos en los últimos meses y lo han colocado al borde de una cesación de pagos.

“Vinimos a buscar solución a esos problemas de Venezuela: Al problema de la alimentación, de las medicinas, del voto libre. La democracia en Venezuela necesita en este momento ser restituida”, dijo Julio Borges, presidente del Parlamento, controlada por la oposición.

Antes de que empiece la reunión, 70 ONG exigieron que la prioridad sea abrir el canal humanitario para medicinas, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, debido a que el número de muertes de personas con la enfermedad ha aumentado 75 % desde 2011.

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“En este proceso de negociación escucharemos lo que la oposición tenga que decir, pero nosotros venimos a exigir el cese de las agresiones económicas contra Venezuela”, dijo Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación y uno de los negociadores del Gobierno.

Algunos analistas expresaron su optimismo. Sin embargo, muchos opositores han expresado escepticismo en el diálogo, que apenas ven como un respiro al gobierno de Maduro, que lucha contra una inflación de tres dígitos, recesión económica y escasez de bienes básicos.

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“Estamos plenamente conscientes que vamos a una negociación con un gobierno sin ninguna credibilidad”, dijo la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática en un comunicado, en el que también señaló que el sufrimiento del pueblo los obliga a intentar todo lo que haya que hacer para ponerle fin a la situación.

Radical
Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas, pidió ayer desde Miami (EE.UU.) que el diálogo sirva solo para definir los mecanismos de salida de Nicolás Maduro de la presidencia, así como el establecimiento de un gobierno de transición y la organización de elecciones libres y transparentes. En tanto, Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea para Política Exterior, consideró que el diálogo va por un buen camino. (I)