“Mami, mami, me siguen”, grita en las noches Joel (nombre protegido), de 8 años, quien despierta sobresaltado, sudoroso y temblando. Son las pesadillas que le interrumpen el sueño y que lo obligan a dormir con la luz encendida, junto a sus abuelos de 66 y 63 años, quienes lo cuidan. Su madre, quien migró a España hace unos 15 años, está próxima a llegar para conocer de cerca lo ocurrido.