Seis años después de que indígenas amazónicos lograran que el presidente Evo Morales deje de lado los planes de construir una carretera que cruzara la selva, el mandatario boliviano promulgó una ley que hará posible la ruta polémica.

Esta vez los indígenas están divididos. La norma deroga el carácter de “intangible” del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y abre paso a la apertura de la ruta de 177 kilómetros por en medio de esa reserva natural de 1,2 millones de hectáreas en el centro de Bolivia.

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Morales había aprobado la intangibilidad de esa reserva en 2011 bajo presión de los indígenas, luego de protestas masivas en contra de la carretera.

En los últimos años, el Gobierno ganó apoyo a su proyecto con el argumento de que la ruta permitirá desarrollar a 69 aldeas indígenas pobres que carecen de servicios básicos.

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Esta vez los líderes indígenas que defienden el medioambiente son minoría y no lograron articular un movimiento de oposición. “Los defensores de la ecología obedecen a intereses foráneos. Las ONG ambientalistas son instrumentos del imperio (EE.UU.) que más daño causa al medioambiente”, dijo Morales en un escenario deportivo en Trinidad, capital de la región amazónica de Beni.

En el bando opuesto, el presidente de la central de etnias de la zona, Ademar Mole, declaró que colonos y cocaleros han presionado al Gobierno para expandir la frontera agrícola en esa zona que colinda con el Chapare, región que es feudo del mandatario. “Morales es un traidor a los indígenas. Se proclama defensor de la Madre Tierra en foros internacionales, pero es enemigo de los indígenas”, señala Mole.

ONG ambientalistas se oponen al proyecto carretero y de exploración petrolera, alegando el fuerte impacto ambiental en una región que tiene uno de los niveles más altos de recarga de acuíferos por la cantidad de selva que alberga. (I)

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Lagunas tiene el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure, más 470 especies de aves, 108 de mamíferos. (I)