La libertad de expresión fue uno de los temas posicionados durante la campaña para las elecciones del 19 de febrero.
En una entrevista radial realizada el 1 de febrero pasado, el candidato del oficialismo, Lenín Moreno, afirmó que la Ley Orgánica de Comunicación puede ser “perfectible”, aunque dejó en claro que no la derogaría: “Creo que la libertad hay que estirarla muchísimo más, pero que debe haber una ley, debe haber una ley”, aseveró.
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El plan de gobierno de Moreno establece dentro de lo que denomina como ‘revolución cultural’: “Evitar el monopolio de la propiedad de los medios de comunicación” y que “a pesar de la vigencia de la Ley de Comunicación, los medios privados de comunicación han cambiado muy poco los contenidos que difunden. Por esta razón trabajaremos conjuntamente para mejorar” su calidad y sus contenidos educativos.
La hoja de ruta de su contendor, Guillermo Lasso, plantea al respecto una consulta popular para definir la derogatoria de la Ley Orgánica de Comunicación, entre otras reformas políticas, según su plan de gobierno. En entrevista con este Diario realizada el 26 de enero pasado, ratificó su deseo de derogar este marco jurídico y agregó que no realizará los denominados enlaces sabatinos que efectúa el actual presidente de la República, Rafael Correa.
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En un tuit de su cuenta personal publicado en enero del 2013, Lasso determinó: “La libertad de expresión es consustancial al ser humano. No puede ser regulada, ni tiene fronteras físicas”. (I)