El expresidente de la Comisión creada por el Gobierno para promocionar la iniciativa de dejar el crudo en tierra y no explotar el petróleo en el Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT), Roque Sevilla, califica a la explotación petrolera iniciada en estos días en la zona como un verdadero desastre ecológico, pues se hace en una zona muy frágil.

¿Qué significa esta explotación a 1,5 kilómetros del borde norte del Yasuní?
La operación que han iniciado en este momento está fuera del parque porque le corrieron los límites. El borde del parque era el río Napo y han jugado con el límite. Se lo está realizando en una zona de una riqueza biológica que no distingue las líneas del mapa que le hayan puesto. Están los últimos pueblos no contactados, que decimos queremos proteger. Ellos tampoco respetan la línea que se ha trazado en el mapa. Adicionalmente, Tambococha está adentro del parque y no se diga Ishpingo, que está en plena zona intangible.

¿Sobre Ishpingo aún no existe un permiso para la explotación de esta zona?
No hay cómo tocarla, bajo ningún concepto. Sin embargo, los planes siguen avanzando porque es la zona que tiene mayor cantidad de petróleo.

Publicidad

¿Los 1.672 millones de barriles de reservas probadas anunciadas son contando con Ishpingo?
Así es, esa famosa cifra que celebraron incluye una zona que no se puede explotar. Es una contradicción absoluta. La inversión que se está haciendo para la explotación es de
$ 5.000 millones; pretenden refinar el crudo en la Refinería del Pacífico que costaría $13.000 millones, y sumados los $ 1.200 millones gastados en el proceso de aplanar los terrenos de la Refinería. Es decir, $ 19.200 millones, una cifra abominable para tener unos 200.000 barriles de derivados.

¿Cuál era la intención del Gobierno al plantear que se dejara el petróleo en tierra?
Existía la preocupación del calentamiento global y se buscaba que Ecuador fuera un país pequeño que diera ejemplo al mundo. Ahora somos todo lo contrario. (I)