Ataques suicidas en seis países, más de 300 muertos y centenares de heridos en menos de una semana. Los atentados han sido reivindicados por el Estado Islámico (EI) y otros le son atribuidos por la táctica utilizada por este grupo en sus operaciones terroristas.

A la ola de ataques que dejó 45 muertos en Turquía; 22 en Bangladés; Irak, 213; Yemen, 40, y Líbano, 5, se sumaron otros tres registrados ayer en Arabia Saudita. Las explosiones tuvieron como objetivo a diplomáticos estadounidenses, fieles chiitas y los cuarteles de seguridad de una mezquita en la ciudad sagrada de Medina, publicó la agencia Reuters.

Los atentados parecen coincidir con la cercanía del Eid al-Fitr, la festividad que celebra el fin del periodo de ayuno.

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Un atacante suicida murió tras detonar los explosivos cerca del Consulado de Estados Unidos en Jeddah. Otro se hizo estallar frente a una mezquita en Qatif, una ciudad mayoritariamente chiita, y otro detonó un artefacto explosivo cerca de los cuarteles de seguridad de la Mezquita del Profeta en Medina, el segundo sitio más sagrado del islam.

Cuatro funcionarios de las fuerzas de seguridad murieron y los tres suicidas.

La ola violenta en Arabia Saudita ocurrió mientras en Bagdad los iraquíes lloraban a las víctimas de uno de los peores ataques en la historia del país. “El atentado fue llevado a cabo por un iraquí como parte de las operaciones de seguridad en curso”, dijo el EI en un comunicado en internet.

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La serie de ataques del EI se muestra como una respuesta a la pérdida de territorio y de integrantes del grupo yihadista en Siria e Irak, países donde ha perdido el control de ciudades que fueron recuperadas por las fuerzas gubernamentales con apoyo de EE.UU.

“ISIS (por sus siglas en inglés) ha perdido el 45% del territorio que controlaba en Irak y el 20% del sirio”, dijo Steve Warren, portavoz del operativo internacional lanzado contra el EI bajo el liderazgo de Washington, publicó elpais.com.

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Con la muerte de un tercio de los 35.000 yihadistas que se estima cuenta el EI en sus filas, recluta menos y pierde territorio, el grupo debilitado se lanza en una guerra global.

La internacionalización del EI abre tanto nuevos desafíos para sus líderes como incógnitas en la lucha antiterrorista a los servicios de inteligencia, expuso Daniel Byman, analista en el Brookings Institute, citado por el medio español.

Unas 60 naciones se han unido a la guerra contra el EI, una lucha ante un enemigo impredecible que opera con los llamados lobos solitarios, con redes afiliadas extranjeras, como en el ataque en Turquía, o con grupos locales, como lo ocurrido en Bangladés, en donde cinco terroristas abatidos eran jóvenes que, lejos de los estereotipos de provenir de familias pobres radicalizados en escuelas coránicas, eran “muy instruidos” y pertenecientes a familias pudientes.

“Toda esta destrucción y muerte representa un claro mensaje del Estado Islámico”, explica el corresponsal de Medio Oriente de la BBC, Jeremy Bowen.

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“El miedo es que a medida de que EI sufra más presión militar, perdiendo terreno, más ataques sucederán, como el de Bagdad”, agregó Bowen, quien precisó que una de las razones principales por las que EI atacó la capital iraquí es por la pérdida del control de Faluya.

El diario The Washington Post recordó que el director de la CIA, John Brennan, en declaraciones al Senado estadounidense el mes pasado, dijo que el EI intensificará su campaña de terror global para mantener su dominio en la agenda mundial sobre terrorismo, recogió bbcmundo.com.

La directora del Centro Carnegie de Beirut, Maya Yahia, dijo al diario El País que los lobos solitarios siguen siendo el mayor desafío para los servicios de inteligencia en la lucha contra el terrorismo. “Son más difíciles de monitorear que las redes ya asentadas como en Turquía”. (I)

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días de duelo nacional se cumplen en Irak por el ataque.