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El ataque sirve como un recordatorio de la promesa de Estados Unidos de ayudar al gobierno sirio en su lucha contra el grupo militante.
El sospechoso, Shihab Ahmed Shihab, un solicitante de asilo iraquí, visitó Dallas en noviembre y tomó imágenes de video del área alrededor de la casa de Bush.
En el Sinaí, los ataques se concentran especialmente en los oleoductos y gasoductos que abastecen a Israel y Jordania.
El acusado fue militante del EI en Siria y estuvo involucrado en el secuestro de rehenes estadounidenses y europeos.
En el atentado murieron al menos doce personas y 35 resultaron heridas.
El jurado de este juicio ante un tribunal federal tardó solo 12 horas en declararle culpable de los ocho cargos retenidos contra él.
El fallecimiento fue anunciado a principios de febrero por Estados Unidos. Murió por el estallido de su propia bomba, según Joe Biden.
"El Estado Islámico ha intentado expandir su influencia en África a través de operaciones a gran escala", revela el Departamento de Estado de EE. UU.
Estas personas y entidades “suponen una amenaza grave y continua para la estabilidad regional e internacional”, de acuerdo a la organización.
La ONU consideró alentadora la muerte del líder del EI, pero insistió en que no hay soluciones fáciles para el problema que plantea el grupo yihadista.
La recompensa por información de Sanaullah Ghafari es de 10 millones de dólares.
Biden dijo haber ordenado un asalto en lugar de bombardear la ubicación del líder del EI para minimizar bajas civiles.
Ocurrió durante una operación antiterrorista lanzada en el noroeste de Siria.
Aquella cárcel es considerada una de las más grandes del mundo para prisioneros del Estado Islámico.
La joven abandonó su hogar para convertirse en Siria en la tercera esposa del yihadista alemán Martin Lemke, un alto cargo de los servicios secretos del EI.
Más de 600 niños se encuentran recluidos en la prisión de Geweran.
Este ataque es el mayor desde que el Estado Islámico fuera derrotado en Siria en 2019 por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dominadas por los kurdos.
Un portavoz de la policía de Herat, ciudad afgana donde ocurrió el atentado, indicó que el ataque fue causado por una mina adosada a un vehículo.
Según las autoridades kurdas, que controlan amplias zonas del norte de Siria, unos 12.000 yihadistas de más de 50 nacionalidades están recluidos en prisiones.
Todo lo tuvieron que hacer a través de WhastApp, que era la única vía para comunicarse con los estudiantes.