Cuidar de un smartphone puede llegar a ser complicado y caro, pero hacemos la inversión porque es un dispositivo que necesitamos.
Sin embargo, pasa alrededor de un año y vemos como la capacidad de la batería se reduce y nuestro celular ya no rinde como antes. Ahí es donde terminamos cambiando la batería o cambiando de celular, decisiones que no son fáciles para nuestro bolsillo.
Publicidad
Por qué siempre sirve reiniciar dispositivos
Entonces nos preguntamos, ¿por qué la batería de mi celular se gasta tan rápido? La respuesta es que por la cantidad de funciones que tienen los smartphones, como sus procesadores más complejos, pantallas más grandes y celulares más delgados, la batería requiere más energía que nunca.
En los celulares inteligentes se utilizan baterías de iones de litio pues son mucho más livianas y ligeras, adecuadas para un smartphone. Funcionan moviendo iones de litio entre dos electrodos: un cátodo de óxido de litio-cobalto y un ánodo de carbono.
Publicidad
Al cargar el dispositivo, los iones se acumulan en el ánodo y cuando se descarga, los iones regresan al cátodo. Cada vez que se repite este ciclo, algunos iones se quedan en el ánodo y nunca regresan al cátodo, por lo que no pueden transferir su carga ni proporcionar energía.
El verdadero motivo para poner el teléfono celular en modo avión cuando volamos
¿Es recomendable descargar el celular antes de cargarlo?
Esta idea tiende a volverse un mito al considerar las baterías de litio, que rinden mejor cuando no se descargan por completo.
Siempre que haya una cantidad de carga relativamente constante en el interior de la batería, este ciclo causará poco desgaste en la arquitectura interna de la batería.
Es más, la descarga completa, y con frecuencia, de una batería puede reducir su capacidad en un 70 por ciento en 300 a 500 ciclos de carga.
Lo ideal es mantener al celular en un rango de 30%-80% de carga. Llevar la carga al 100% tampoco es recomendable pues las baterías de litio funcionan mejor cuando están cargadas parcialmente. (I)